Bogotá, AFP
Empresarios colombianos y venezolanos calificaron el lunes de “extrema”, “inconveninte” e “inconstitucional” la decisión del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de ordenar la expropiación de la cadena de hipermercados Exito, de capital colombiano y francés.
“Es supremamente preocupante para la inversión extranjera en Venezuela. Es irreal pensar que cuando aumentan los costos de importación de los productos, ello no se traduzca tarde o temprano en la afectación del precio final”, opinó Magdalena Pardo, presidenta de la Cámara colombo-venezolana de comercio.
En declaraciones a la privada radio RCN, Pardo dijo que con decisiones como la anunciada el domingo contra almacenes Exito “finalmente quien termina perdiendo es el consumidor venezolano”.
En tanto, el presidente Álvaro Uribe evitó profundizar sobre el tema, pero aseguró que su gobierno se ocupa del asunto desde el domingo.
“Todo se coordina. He hablado con las personas con quien se debe hablar. Lo hicimos ayer (domingo) en el día, en la noche”, dijo Uribe.
Mientras, desde Caracas, el presidente de la Cámara venezolano-colombiana de comercio, Daniel Montealegre, lamentó el anuncio de expropiación.
“No es nada satisfactorio para nadie (…) Aquí no se cumplieron los requisitos legales previstos en el ordenamiento jurídico de Venezuela”.
“Estas medidas las calificamos como extremas. Creemos que se debe cumplir cierto procedimiento administrativo antes de llegar a este extremo no solamente con la cadena Éxito sino con cualquier tipo de empresa o producto de cualquier nacionalidad y de cualquier origen”, añadió el empresario.
A su turno, Víctor Maldonado, director de la Cámara de Comercio de Caracas, expresó su “repudio por ese tipo de medidas”.
“Es absolutamente inconveniente a los intereses del país y absolutamente inconstitucional”, dijo.
La cadena colombiana Exito, cuyo accionista mayoritario es el grupo francés Casino, tiene grandes tiendas en varias ciudades de Venezuela en las que se venden desde alimentos hasta electrodomésticos.
La semana pasada, Chávez había cerrado esa red de tiendas asegurando que presentaba “irregularidades” en los precios, supuestamente incrementados tras la reciente devaluación del bolívar.