Quito, Reuters
Ecuador invertirá unos 715 millones de dólares en los próximos tres años para el desarrollo de dos proyectos petroleros clave para levantar la producción estatal de crudo, dijo el lunes un funcionario. Petroamazonas, el segundo brazo ejecutor de la estatal Petroecuador, recibirá unos 550 millones de dólares para desarrollar comercialmente el bloque 31, que antes pertenecía a la brasileña Petrobras, ubicado en las inmediaciones de la reserva ecológica Yasuní, en el corazón de la selva amazónica.
Además, prevé invertir otros 165 millones de dólares para iniciar la producción en el campo Pañacocha, uno de los más importantes del socio más pequeño de la OPEP. “Por disposición del Gobierno, Petroamazonas va a desarrollar directamente el bloque 31.
La inversión que se necesita será toda realizada por Petroamazonas a través del Estado”, dijo el gerente de la petrolera, Wilson Pástor, a periodistas. El bloque 31, que contiene reservas probadas por 75 millones de barriles de crudo, fue devuelto al Estado por Petrobras argumentando que su explotación no era rentable.
El desarrollo del bloque arrojaría unos 25 000 barriles de crudo al día (bpd) a partir del 2012, según datos oficiales. Mientras que para el desarrollo del campo Pañacocha, las autoridades financiarán su desarrollo con recursos del plan de inversiones de la entidad de seguridad previsional estatal.
“El Estado a través del IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) y el BDE (Banco del Estado) financiarán los 165 millones de dólares que faltan para el desarrollo”, agregó el funcionario. El desarrollo del Pañacocha costará unos 275 millones de dólares.
La diferencia ya ha sido financiada por el Estado. La estatal Petroecuador produjo el domingo unos 247 176 barriles de crudo día (bpd) de los cuales un 37 por ciento, unos 92 290 bpd, fueron producidos en los campos administrados por Petroamazonas.
El presidente izquierdista Rafael Correa ha impulsado desde que asumió el cargo en enero del 2007 un cambio en la política petrolera del país, en un intento por conseguir mejores ingresos Correa impulsa un proceso de negociación de nuevos contratos de prestación de servicios en los que el Estado es el propietario de la totalidad de la producción y pagará a las empresa privada una tarifa por la extracción de cada barril.
Los diálogos entre el Gobierno y las petroleras se desarrollan desde diciembre y espera culminar en el primer trimestre del 2010.