Redacción Mundo
La pequeña de 5 años hablaba aterrada: “Papito, papito, ¡sálvanos!”. A 2 192 km de distancia, por teléfono, Menet Alexandre no podía hacer nada. Trató de calmar a la niña y luego se cortó la comunicación.
Alexandre es haitiano y vive en Quito. Por la situación económica, dejó su país. En la capital ecuatoriana trabaja de mecánico. Tras el terremoto de Haití del día 12, pasó tres días sin saber nada de su familia. Cuando ya hubo comunicación, supo que estaba bien, pero ya no tenía casa. Su esposa y su hija de 5 años duermen en la calle. Protegen su ‘ tesoro’: una botella de agua. Estos días, cuenta él, en Puerto Príncipe, se vende una botella de agua de 600 ml en USD 6. En Quito cuesta 0,30.
El mecánico de 39 años está desesperado y confiesa que no sacaría nada volviendo. “Pierdo mi trabajo y allá, desempleado. Eso no ayuda a la familia. No tengo plata para traerla. Pido ayuda para traer mi familia a Ecuador. La familia no tiene para comer y corre riesgos por las personas malas que matan por placer. Que mi familia venga a Ecuador en cualquier vuelo. Por favor”, implora con su acento ‘creole’ el hombre. A su lado está Louis Despinass, cuya tragedia es similar. Este guardia de 47 años tiene una familia más numerosa.
Ambos llegaron al Consulado de Haití en Quito (ad honorem, a cargo de Carlos Becdach), en busca de ayuda.
Alexandre y Louis no son los únicos haitianos que trabajan en otras partes de Quito. Su número exacto es desconocido, pues ingresaron como turistas y algunos se han quedado.
Entre los que laboran en la capital ecuatoriana se incluye Emesseau Box, quien trabaja como cocinero hace 15 meses en un restaurante quiteño. En un español poco convencional, el hombre de 25 años cuenta: “Mi ‘papa’ está herido en hospital, mi ‘mama’ cuida de él de día, pero duerme en la calle”.
La madre de Box sale a recibir ayuda de los voluntarios extranjeros. El agua y los pocos alimentos que recoge los lleva al hospital, para compartirlos con su marido. Box quisiera retornar a Haití, para ayudar a su familia, pero no tiene dinero para hacerlo.
Este momento, como el aeropuerto de Puerto Príncipe está lleno y además carece de combustible, gran parte de la ayuda llega a través del aeropuerto de Santo Domingo, República Dominicana, al otro lado de la isla. Esa ayuda demora más de seis horas en llegar a la capital haitiana.
¿Por qué no hay buenas carreteras en Haití? “Porque nunca hay Gobierno”, responde Box.
La mención del ‘desgobierno‘ en Haití anima a opinar a Bertony Thermillien, de 35 años. El también cocinero del mismo restaurante quiteño añade: “Solo hay Gobierno para matar”. Bertony huyó de Haití a República Dominicana, después de una persecución política contra activistas por la democracia, según refiere.
“Sigue todo igual o peor en mi país”, dice Bertony en un buen español. Toda su familia vive en Puerto Príncipe, al menos esa es su esperanza. Porque hasta ahora no ha podido comunicarse con ningún familiar suyo. Él solo quiere localizarlos y oír sus voces, porque no puede regresar a Haití, para no poner en peligro su vida.
Por eso, se está haciendo un pedido especial para los radioaficionados ecuatorianos. Bertony Thermillien, este haitiano que vive en Ecuador, tiene el teléfono (593) 099 839 301. Él está buscando a varios miembros de su familia. Los Thermillien desaparecidos después del terremoto de Haití son: Lenir, Saturné, Ritchy, Cherina, y Emelia. Quizás algún radioaficionado haitiano pueda localizar a alguno de ellos.
Ayuda desde Ecuador
El ecuatoriano Juan Chila pudo abrazar a su esposa haitiana Ruth Julien y a su hijo Jean Henri (de 2 años), en la madrugada de ayer. Ellos sobrevivieron al terremoto de Haití y regresaron gracias a la aerolínea Ícaro y al grupo de empresas, entre las cuales se incluye diario Hoy. Chila es originario de Manabí.
El Banco Pichincha mantiene abiertas dos cuentas para que los ecuatorianos depositen sus aportes en favor de los damnificados haitianos:
-3108845500, a nombre de Munera, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y la campaña humanitaria ¡Haití espera por ti!
-5471872100, a nombre de la Cruz Roja Ecuatoriana y Consulado de Haití y la acción humanitaria ¡Ayudemos a Haití!