Redacción Sociedad
La tribuna de Los Shyris (norte de Quito) fue el punto donde la tarde y noche del sábado se citaron unas 50 personas que impulsan la donación de órganos. Allí estuvo Ángela Viteri, la primera persona que en el país recibió un trasplante de hígado.
También participó Frans Serpa, el médico que operó a Viteri. Los dos hicieron un llamado para que las personas donen sus órganos y salven a quienes necesiten.
Camila Álvarez apenas tiene 11 meses de vida y nació con cirrosis hepática, una enfermedad que daña paulatinamente el hígado.
La niña llegó a Los Shyris en los brazos de su madre, Ruth Moya. Con lágrimas en los ojos, la mamá pidió ayuda para que a su niña le operen de inmediato. El papá de Camila, Mario Álvarez, señaló que faltan médicos especializados en trasplantar a niños.
Serpa reconoce eso, pero advirtió que en este momento un equipo se especializa en el exterior. “Se puede decir que se están preparando para operar a Camilita”.
El rostro de la niña está impreso en grandes carteles y en camisetas. Junto a su rostro está el número telefónico 08 423 5061, para recibir ayudas. Álvarez indicó que solo en fármacos invierten hasta USD 350 al mes. “Esos medicamentos sirven, por ejemplo, para que no falle el corazón”.
En este encuentro, el sacerdote Juan Carlos Vélez dio una misa por las personas que fallecieron en espera de un órgano.
Entrada la noche se encendieron velas y se guardó un minuto de silencio por Graciela Carchi y Gabriela Vintimilla, que fallecieron tras la destrucción total del hígado. En la cita, los asistentes se registraron como voluntarios para donar órganos y recibieron un carné.