Los Fondos Soberanos -FS- son fondos de inversión que se financian con recursos públicos. Antes de la crisis de fines de 2008, la rápida acumulación de activos internacionales, principalmente por los países exportadores de petróleo, y algunos países asiáticos, dio como resultado que su presencia en los mercados de capitales se haya incrementado.
Si bien el denominador común es ahorrar los beneficios de los inusuales altos precios de las materas primas, y los superávits de las cuentas corrientes, los objetivos difieren marcadamente.
Así, por ejemplo, existen fondos de estabilización para proteger las economías de las variaciones bruscas de los precios de las materias primas. Los fondos de ahorro para futuras generaciones tienen como objetivo convertir los ingresos de los activos no renovables en portafolios de activos diversificados invertidos en el exterior para mitigar los efectos de la llamada enfermedad holandesa. Los fondos de desarrollo están orientados a ayudar a financiar proyectos de interés económico y social para incrementar el ingreso potencial de un país. Finalmente, se encuentran los fondos para incrementar las reservas técnicas necesarias para financiar los beneficios que por ley tienen derecho los aportantes a la seguridad social para evitar la formación de pasivos contingentes. En algunos países los FS tienen objetivos múltiples, sobre todo cuando los ahorros para propósitos de estabilización exceden las metas establecidas, y los excedentes son invertidos con el propósito de ahorrar en beneficio de las futuras generaciones. Se estima que a fines de 2008, los FS tenían activos por valor de tres billones de dólares equivalentes a 1,6% de todos los activos financieros internacionales. Su tamaño relativo a la capitalización de los mercados de capitales de los países desarrollados es significativa; y es aún más importante en relación al tamaño de las deudas y de los mercados de capitales de los países emergentes. La administración de los activos de los FS es por demás compleja. Algunos fondos invierten solamente en acciones y bonos que se transan públicamente. Los más conservadores, invierten en vehículos financieros que están atados a los índices de mercado para diversificar las inversiones. Sin embargo, la crisis mundial ha golpeado fuertemente el valor de los activos financieros, ocasionando severas pérdidas a los FS.
No existe información detallada de los FS, ya que muchos no hacen públicos sus balances. En definitiva, toda inversión tiene un riesgo implícito, y dependerá de las estrategias a futuro para recuperar el valor de los activos.
Lo importante es que a pesar de la profunda crisis, los objetivos para crear los FS siguen intactos.