Redacción Construir
Desde hace más de 10 años se dedica a trabajar con sistemas de purificación de aguas y ambientes a base de ozono. Una de las aplicaciones más importantes del ozono está en el tratamiento de agua embotellada.
“Con el empleo del ozono en el agua embotellada no solo combatimos la carga microbiológica, sino que también eliminamos olores y sabores indeseables que son producidos por trazas de sustancias orgánicas”, cuenta Vasco.
El sistema provee de ozono para la desinfección de agua de consumo humano e incluso en procesos de tratamiento de aguas residuales. “Reemplaza el empleo de químicos peligrosos. Es un sistema de fácil instalación, mantenimiento y bajo consumo de energía”, añade el experto.
Actualmente se diseñan y fabrican filtros rápidos a presión que trabajan con lechos filtrantes simples o mixtos de arenas y carbón activado granular con accionamiento manual o automático.
Tan importante como el tratamiento del agua es la desinfección de las botellas. Para ello, cuenta Vasco, se fabrican lavadoras automáticas que garantizan la calidad del producto final. Este proceso se inicia con el pretratamiento del agua cruda, luego se hace un prefiltrado y almacenamiento del líquido y al final se hace una posozonización.