En la columna de marzo 8 de 2008 aseveré tajantemente que: “Si el petróleo del ITT se queda bajo tierra, no será tanto por el fideicomiso, sino por ineficacia administrativa”. Desde entonces se ha promocionado muy activamente la Iniciativa Yasuní-ITT, y dejó de mencionarse su explotación hidrocarburífera. Comencé a tener dudas.
La aseveración del Presidente que su Canciller y jefe negociador de la Iniciativa ITT tuvo una agenda distinta a la del Gobierno y lo ha engañado, y que los donantes pueden colgarse su plata de las orejas disipa toda duda. Es el fin de una ilusión.
Correa tiene sensibilidad ambiental, como todo humano contemporáneo; la explotación debe ser sustentable, pero la preservación de la naturaleza no es un objetivo supremo. “Si para dar de comer al pueblo tengo que matar al último cóndor, lo hago fricasé”. Muy gráfico.
El ecologismo que parecería primar en Alianza País, y que atraviesa la Constitución, es mucho más pronunciado. Es una ideología que deviene religión.
No lo digo en sentido peyorativo. Hace casi 2000 años en el mundo clásico se desplomó la creencia en los dioses del Olimpo y se adoptó el monoteísmo; algo parecido sucedió poco después en el Medio Oriente. Hoy en Europa gradualmente desaparece el cristianismo y la visión del hombre vinculado con vida eterna celestial; la reemplaza el retorno a la creencia que el bien supremo es la madre tierra.
¿Cuánto vale el ITT? A ojo de buen cubero: se explotarían 100 mil barriles diarios; que se venda a $60; que el costo sea la mitad; que el Estado reciba 2/3 de la renta, o sea $20 por barril. Total USD 700 millones anuales. Salomónicamente Correa propone sacrificar la mitad, si los donantes le dan la otra mitad. Hace sentido.
Pero el Yasuní tiene sus iguales en otras partes del mundo, con la salvedad que los otros no cobijan petróleo. Otros países piden a cambio fondos para compensar la no explotación maderera. No es eficiente para los donantes dotar al Ecuador de un fideicomiso que garantice USD 350 millones de renta anual; a cambio podrían comprar media África.
Lo que habrían acordado los donantes es asignar un valor importante, aparentemente USD 1 mil millones, para un fideicomiso para programas ambientales. Ideal para los ecologistas. Pero cero para el presupuesto del Estado. Para Correa, sacrificaba USD 700 millones.
Estos días se entregaba un proyecto de bancarización de la Refinería del Pacífico. Dudo mucho se puedan conseguir fondos para una refinería que depende en que Chávez permanezca en el poder en Caracas y que en Quito siempre gobierne un aliado. La refinería requiere el crudo del ITT.
El proyecto ITT se mantendrá vivo, mientras no se contrate su exploración y desarrollo; y a lo mejor con un consorcio que además construya la refinería.