El sol recibió a los hinchas de Liga de Quito desde su ingreso a la ciudad, a las 08:00. A esa hora, llegó una caravana de 40 buses. Salieron, la medianoche del sábado, desde el norte de Quito. El cansancio, fruto de las ocho horas de viaje, se dibujaba en sus rostros. Incluso, algunos, tenían muestras de resaca. Otros se mantuvieron dormidos en los buses. Chompas y abrigos quedaron de lado cuando llegaron a la explanada del estadio Modelo. 20 policías los esperaban para acompañarlos hasta que llegara la hora de ir al Monumental: 16:00.En uno de los buses, retumbó el sonido de un bombo. Era la señal de que la barra Muerte Blanca estaba presente. Uno a uno, empezaron a descender.Se protegían del sol y del calor, pero en cuestión de minutos, rostros y brazos transpiraban sin parar. Ni sus tatuajes, alusivos al equipo albo, los protegieron.Los comerciantes, con diversas ofertas gastronómicas, les dieron la ‘bienvenida’. El hambre se apoderó de ellos y eso se notó en los gestos de quienes, con ansias, buscaban precios bajos y platos llenos. En ese tiempo, el caldo de salchicha y el encebollado se terminaron. Le siguieron los pasteles de carne y chorizo.Con el estómago satisfecho, dijeron algunos, estaban listos para todo. Incluso, para esperar ocho horas más hasta que la Policía Nacional los escolte hasta el estadio Monumental.Atrás quedó el susto que sufrieron en la madrugada, cuando uno de sus buses fue interceptado, supuestamente por hinchas de Barcelona, en Babahoyo. Diana Camacho cuenta que mientras dormían, unas piedras rompieron vidrios y parabrisas. Afortunadamente no hubo heridos.Las energías estaban repuestas. La Policía reforzó la seguridad tras algunos incidentes que hubo con hinchas de Barcelona que pasaban por el sector.La espera parecía eterna y el sol se volvía más intenso. Muchas pieles tenían ya un tono rojizo. Por el calor, varios aficionados caminaban de un lado a otro, hasta que empezó el ‘carnaval’.Hugo Romero descubrió un grifo de agua a unos metros de la concentración y pasó la voz. “Agua para el calor a 100 metros”. El líquido hizo más tolerable la espera. A las 16:00. Wilmer Coellar, jefe de Operaciones del Comando Guayas, dio paso a la salida de los buses. De las ventanillas salieron banderas blancas y los tambores retumbaron con fuerza. El recorrido duró 20 minutos. En medio de insultos de hinchas contrarios, La Muerte Blanca, Los Cocodrilos y Albos Manabí (Portoviejo y Manta) entraron al Monumental.Las silbatinas no amilanaron a los hinchas. Entraron tocando sus tambores y entonando sus cantos. Adentro los esperaba otro contingente de policías. Ahora, venía otra espera: dos horas más para ver jugar a la Liga.