¿Por qué el narcotráfico y la violencia, los miles de muertos y los desplazados no solo son un problema mexicano sino de EE.UU. y también de Latinoamérica?
Esto tiene mucho que ver con el hecho de lindar con EE.UU., eso lo pone en una situación geográfica excepcional porque en el norte está el mercado de consumo más grande de drogas ilícitas. La cocaína viene de América del Sur, pasa por Centroamérica y por México hasta llegar a EE.UU. y a Europa. Hay una globalidad del comercio de drogas.
El escritor mexicano Carlos Fuentes plantea que para derrotar al narcotráfico en México es necesario acudir a las fuerzas especiales de Francia o Israel. ¿Cómo es vista esta propuesta?
Por un lado se necesita una fuerza con capacidad de enfrentarse a estos grupos armados. Por otro, solo contar con fuerzas especiales no da resultados, porque el problema tiene que ver con debilidades del sistema de justicia, fuerzas policiales no profesionales e instituciones corruptas. Además, se requiere de políticas más integrales que ataquen la demanda de drogas y el negocio del armamento en EE.UU., que es el que nutre a México.
¿Si no es con fuerzas especiales con qué se puede derrotar a los carteles?Es difícil una solución a corto plazo. Esas fuerzas especiales pueden reducir la violencia y fortalecer la seguridad pública, pero a la par hay que emprender reformas estructurales en varios frentes. Un factor es el lavado del dinero. Atacar a la chequera de los narcotraficantes es una forma eficaz de eliminarlos, pero esa área no se ha fortalecido ni en México e incluso no lo suficiente en Estados Unidos. Hay que recordar que a Al Capone lo enjuiciaron por evasión fiscal y no por sus crímenes, así se logró desmoronar su imperio.
¿Si se atacara al lavado de dinero se reduciría el narcotráfico?
Sí y no. Atacar a las finanzas para atacar al poder da resultados pero hay que ser realistas: no se puede terminar el narcotráfico mientras las drogas sean ilícitas. El daño que causa el narcotráfico solo puede ser reparado, de alguna manera, si se ataca al consumo con programas integrales de educación contra la adicción, aun así hay que llevar en mente la idea de que el narcotráfico no se va a eliminar totalmente pero sí se puede reducir el problema.
¿Se puede hacer una analogía de la guerra que vive México contra el narcotráfico con la que vivió Colombia?
Son situaciones diferentes. Colombia tenía grupos guerrilleros armados y con fines políticos y también grupos paramilitares involucrados en el narcotráfico. En México el fin es únicamente económico. Lo que sí se podría replicar aquí es lo que ha hecho Colombia en cuanto a la reforma de la justicia. La estrategia allá fue desmantelar esos grupos y se ha logrado reducirlos, pero el negocio de la droga continúa y la violencia se ha desplazado al campo. Es un mito decir que la violencia ha desaparecido de Colombia. México puede aprender de ciudades italianas que han conseguido atacar a las mafias.
Colombia tiene su plan del mismo nombre. ¿México también puede tener algo parecido?
Existe la iniciativa Mérida. EE.UU. ha dado recursos casi a la par que a Colombia. La iniciativa está terminando sus primeros tres años y hay una continuación con el gobierno de Barack Obama, quien ha pedido unos 310 millones más, pero ya no con un enfoque militarista sino para fortalecer las instituciones. Otra diferencia es que en Colombia hay militares estadounidenses, en México eso es inadmisible.
¿EE.UU. tiene que ver en que el narcotráfico haya convertido a México en su nuevo territorio?
Sí, México históricamente ha sido productor de amapola y marihuana, pero el gran cambio ocurrió cuando EE.UU. redobló sus esfuerzos para cerrar el mercado de la cocaína, lo cual hizo que los carteles colombianos vieran en los carteles mexicanos la solución para transportar la droga, luego estos se expandieron. Además, en EE.UU. estaban los grandes laboratorios de drogas sintéticas como las anfetaminas, cuando se emprendió una guerra contra ellos, México se convirtió en el gran productor. Hay otros factores que hacen más compleja esta guerra, como es el crimen organizado que extorsiona y secuestra. Se cree que son células de los grupos narcotraficantes los que están cometiendo estas transgresiones.
¿Qué mensaje se está mandando cuando en Ecuador supuestos narcotraficantes como Jorge Hugo Reyes y César Fernández quedan libres antes de cumplir sus penas?
Es una pregunta difícil porque depende de muchos factores. Una manera de garantizar que funciona la Ley es castigando estos delitos. Lo que se hace en México es extraditar a los grandes narcotraficantes a EE.UU. para que no se conviertan en un problema en las cárceles locales, pero también hay que asegurar un buen juicio y tener pruebas del tipo de delitos de los cuales los van a acusar.