Un puñado de fotos es todo lo que le queda a Rosa Quezada de recuerdo de su nieta, Geanella Lisseth Luna Correa, una de las 12 víctimas del accidente de tren en España. En una de las imágenes, Geanella sonríe tímida con un vestido rosado. Fue durante su última visita a Ecuador, para la fiesta de los 15 años de una de sus primas, en el 2007. En otra de las fotos Geanella posa seria junto a sus primos.
“Mi niña. Bendito, cómo decirle el dolor que siento”, solloza doña Rosa con el rostro desencajado; con un pañuelo se enjuga las lágrimas. La abuela de Geanella se aferra a las imágenes, iluminadas por la tenue luz de dos velas.
Doña Rosa se enteró de la tragedia la tarde del jueves. Lo supo por un pariente que vive también en España. Tenía el presentimiento de que su nieta podría estar viva, pero luego le dijeron que fue una de las primeras víctimas en ser identificadas. “Mi niña, dicen que los pedazos de su cuerpo lejos han chispeado, ¡qué desgracia!”.
Cuando se supo de la muerte de Geanella, en La Avanzada, donde vive su familia paterna, hubo mucha tristeza. En esta pequeña localidad del cantón Santa Rosa, en el sur de El Oro, la noticia de la muerte de los ecuatorianos arrollados por un tren llenó de pesadumbre a los vecinos. En este caserío de alrededor de un millar de habitantes, al menos 300 han emigrado a España. Muchos se fueron hace 15 años, y otros -los más jóvenes- hace pocos meses.
En Ecuador, el padre de Geanella, Darwin Luna Nieves, laboraba en una fábrica de pinturas, en Quito. Cuando tuvo la oportunidad de emigrar a España lo hizo junto con su esposa. Sus dos pequeños hijos quedaron entonces al cuidado de la abuela paterna.
Las fotos de Geanella reposan en un pequeño altar que doña Rosa improvisó en la sala de la casa, una villa de cemento de paredes amarillas. Los tíos y los primos de la chica se reúnen e intentan consolar a la abuela, de 73 años. “Ella está delicada de salud, la noticia del accidente la tiene muy mal”, cuenta Vladimir Luna, primo paterno de Geanella.
Geanella tenía 9 años cuando junto con su hermano Darwin, de 15 años, se reunió en España con sus padres. La familia cumplió así la promesa de estar juntos. “Geanella era una muchacha aplicada, allá en España estudiada Turismo”, relata su primo Guillermo Luna, quien regresó de ese país hace pocos meses.
Geanella estaba por cumplir 17 años el próximo 4 de agosto. Sus padres le habían prometido a ella y a su hermano enviarlos a la casa de la abuela, en La Avanzada, para pasar las vacaciones. “Íbamos a hacer un festejo por la visita de los muchachos y a celebrar con toda la familia el santo de la abuelita Rosa, porque en agosto siempre le festejamos”, dice Vladimir.
Hoy en la casa de la abuela de Geanella los familiares preparan el arribo de los restos de la chica; dos tíos, llegados hace tres meses de España, hacen los arreglos para el funeral. “Bendito, ojalá que las autoridades puedan hacer que mis hijitos vengan con el cuerpo de mi niña”, pide doña Rosa.
En la tragedia, será la única oportunidad que tendrá ella de volver a ver sus seres queridos que se fueron para España.
Otro ecuatoriano confirmado
El balance de muertos en la tragedia ferroviaria fue revisado a la baja ayer, tras conocerse los resultados de las pruebas ADN y quedó en 12, en vez de 13, casi todos ellos latinoamericanos, afirmó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. El estado de los cuerpos tras ser arrollados por el tren fue lo que propició el error.
Ayer por la mañana, el juez autorizó que se comunicara la identificación de otra víctima a su familia. Se trata de Guinzo Eduardo Silva García, ecuatoriano de 19 años, de los cuales 10 había vivido en Cataluña. Con él ya son 10 las personas fallecidas que han sido identificadas hasta ahora. Mientras, las autoridades siguen llamando a los ciudadanos a no cruzar a pie por las vías del tren.
Por otro lado, 10 personas permanecen hospitalizadas y su estado evoluciona “favorablemente”, según el gobierno regional.
Las autoridades españolas mantienen su pronunciamiento inicial: el accidente fue fruto de la imprudencia de los peatones.