La Unión Americana de Libertades Civiles planteó en Phoenix una demanda a la Ley 1070, que declara que los inmigrantes sin papeles son criminales y por lo tanto sujetos de persecución y deportación.
A ese juicio acaba de sumarse Ecuador en calidad de la figura de tercero, cuando faltan apenas 27 días para que entre en vivencia. Bajo esta fórmula, el Gobierno ecuatoriano seguirá muy de cerca los acontecimientos de este juicio y proveerá de testigos y argumentos si lo pide el juez y si es necesario también puede presentarse a declarar en contra de la Ley.El primer país que se sumó en calidad de tercero fue México. Hay una nación más que también se ha sumado bajo esta figura, pero México hasta ahora se ha reservado el derecho de no anunciar el nombre.
“Estamos en constante coordinación con los países latinos y en la última reunión que tuvimos esta Ley fue un tema de análisis. Además Ecuador ha sido claro al señalar que esa Ley es inaceptable porque viola los derechos humanos y las libertades civiles”, indica el embajador ecuatoriano en Washington, Luis Gallegos.
Massachusetts, Florida, Virginia y otros 17 estados están planteando leyes similares y las elecciones legislativas intermedias y de gobernadores ha puesto al tema inmigratorio en la plataforma de los políticos, especialmente los republicanos, quienes desde muchos frentes ofrecen leyes similares a la de Arizona y “barrer” al español de sus estados.
“Se calcula que en estas elecciones intermedias los demócratas podrían perder unos 20 ó 40 escaños en el Congreso, pero el mayor problema es en el Senado donde ahora mismo, la Casa Blanca no tiene los 60 votos que se necesita para aprobar una Ley”, dice Gallegos.
Obama insistió en el apoyo de los republicanos porque sin ellos no puede pasar ninguna Ley, asegura el Embajador ecuatoriano. “Ni la de inmigración, energía o la de preferencias arancelarias (Atpdea) para los países andinos. La Atpdea necesita de 220 votos de la Cámara Baja y de 60 en el Senado y las elecciones de noviembre pueden cambiar dramáticamente ese escenario a favor de los republicanos. Ellos son más reticentes a apoyar las preferencias arancelarias”.
A Obama se lo está acusando de falta de liderazgo, pero el jueves el Mandatario públicamente dijo “estar listo” para empezar un debate de una reforma inmigratoria. Este anuncio lo hizo tras una serie de reuniones que mantuvo con los dirigentes de los inmigrantes y los legisladores hispanos.
Pero si la experiencia hablara diría que no solo con buenas intenciones se hacen reformas. El ex residente George Bush era partidario de una reforma inmigratoria y auspició la propuesta de los senadores John McCain y Edward Kennedy, pero esta en el 2007 naufragó por la falta de apoyo republicano. Hoy el escenario político es más complicado por la crisis económica que tiene cortadas las alas del empleo en el país.
“Hay varias medidas que la Administración quiere hacer, pero creemos que es algo que el Presidente mismo debe anunciar”, le dijo al diario La Opinión, Eliseo Medina, de la Unión Internacional de Servicios de Empleo.
Empero, Obama no develó ninguna plataforma o política diferente durante el discurso dado el jueves en American University. Tampoco anunció si en efecto pondrá una querella judicial en contra de la Ley 1070 de Arizona.
Mientras el principal editorial del diario The New York Times de este viernes alabó el discurso de Barack Obama, pero espera que ojalá el mandatario “esté listo para mostrar su determinación para proteger a los inmigrantes cuyos derechos y dignidad él defendió el jueves con tenacidad”.