El número de presos políticos cubanos pasó de 201 a 167 en los últimos seis meses, “ la cifra más baja desde la revolución de 1959”. Pero aumentaron las detenciones de corta duración, afirmó ayer una comisión sobre derechos humanos.
“Se trata de la cifra más baja de detenidos políticos después de la revolución de 1959. Pero eso no quiere decir que la situación de los derechos humanos haya mejorado, pues al mismo tiempo se reporta un alza de las detenciones arbitrarias de corta duración, por algunas horas o algunos días”, declaró el opositor Elizardo Sánchez. Hay una “metamorfosis de la represión” en la isla comunista con un promedio al mes de una centena de detenciones temporales, añadió Sánchez, quien preside la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
De los 167 detenidos políticos que se registraban al 30 de junio pasado, 53 son considerados prisioneros de conciencia por la organización Amnistía Internacional, según el reporte semestral de la Comisión de DD.HH.
Sánchez dijo que unos 40 presos políticos cubanos están siendo entrevistados en las cárceles por las autoridades, un procedimiento que podría indicar su inminente excarcelación.
Ayer, el disidente cubano Guillermo Fariñas, en peligro de muerte por una huelga de hambre que cumple 132 días, responsabilizó “a los hermanos Fidel y Raúl Castro de su próximo fallecimiento” y aseguró que desea “morir” en Cuba.