‘Nos acordaremos en noviembre”. El mensaje impreso en camisetas y pancartas de los activistas de Arizona adelanta la próxima meta de los inmigrantes: las elecciones donde se renovará toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado estadounidense. Los activistas que durante días acamparon delante del Capitolio de Phoenix no perdieron tiempo en empezar su nueva estrategia. Colocaron en lugares visibles mesas con los documentos necesarios para registrarse para poder votar en unos comicios considerados clave para reevaluar el equilibrio de fuerzas entre demócratas y republicanos. “Vamos a pelear por el voto de las personas que están apáticas y no creen en el cambio, queremos que la gente tenga el ánimo de levantarse y luchar”, dijo Marta Calderón, una de las organizadoras de las protestas de Arizona. Según un sondeo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos (Naleo), por primera vez en la historia la inmigración se ha convertido en la “principal prioridad” de los inmigrantes, por delante de la economía o la educación, preocupaciones tradicionales de esta comunidad. Y un dato más: el 61% de los hispanos (6,5 millones) con derecho a voto aseguraron en la encuesta que acudirán a las urnas en noviembre. DPA