De tanto escuchar y leer sobre la crisis económica mundial que empezó a finales de 2008, uno a veces llega a creer que ella es innegable, que ha sido la cosa más terrible. Analistas de por aquí y por allá hablan de que ha sido lo peor desde la Gran Depresión de 1929.
Si eso es así, a lo mejor sea cierto lo que dice el Gobierno, de que el pobre desempeño económico del Ecuador durante el año pasado y el primer trimestre del 2010 se explica en gran medida por la crisis mundial.
Pero resulta que no hubo una crisis mundial, sino una crisis financiera que comenzó en EE.UU. y que luego contagió a los países de Europa, generando una fuerte contracción económica en esos países. Pero los países asiáticos siguieron creciendo, liderados por China e India, cuyas economías repuntaron a 10 y 7%, respectivamente.
El impacto en Ecuador ha sido mínimo. Las exportaciones tradicionales del país (banano, café, camarón, y cacao) crecieron 18% el año pasado y 15% en el primer semestre de este año. El precio del petróleo, si bien no fue tan espectacular como en el 2008, promedió los USD 53, uno de los mejores de la década.
El flujo de remesas sí cayó 12% el año pasado, pero el monto sigue siendo alto:USD 2 500 millones anuales.
La inversión extranjera sí está débil en Ecuador: apenas USD 316 millones el 2009, cuando Perú y Colombia recibieron sobre los 4 000 millones, y con tendencia al alza.
Si el pobre desempeño económico en Ecuador se mantiene este año, la explicación no será la crisis mundial.