Sugerencia pública al Ministro del Interior
Iván Escobar Cisneros
Según varios medios de comunicación, se habrían desvinculado hasta el momento 450 miembros de la Institución Policial por delitos cometidos solos o en contubernio con otros. Dos asuntos no deberían pasar por alto: primero, el hecho de que se trata de personal en servicio; y, segundo, si se trata de delitos penados por el Código Penal, no tiene sentido que con desvinculárselos de la Policía se crea que se los está sancionando, porque la separación puede afectar a su honor, si es que lo tiene y afectar a sus ingresos al dejar de percibir sus remuneraciones, pero si no paga su delito bajo las reglas del Código respectivo, su separación puede ser una buena fórmula para burlar la justicia y quedar posiblemente rico porque, en la mayor parte de los casos, su separación se daría por vínculos con el narcotráfico.En concreto si a los desvinculados, no se les inicia la investigación penal respectiva, el Estado puede quedar burlado por el delito cometido y el delincuente quedar rico y feliz.
La incoherencia en el jucio político a vocales del Consejo de la Judicatura
Francisco Medina Barahona
La incoherencia; esto es, la falta de sindéresis, de concordancia o relación entre lo que pienso y lo que hago, entre la ideología y la conducta humana, entre el ser y el parecer, entre la legalidad y la legitimidad, entre lo ético y lo racional, entre lo político y lo jurídico; parece ser, la característica más patética en nuestros políticos, gobernantes y funcionarios judiciales salvo contadas excepciones y para muestra “un botón”: obsérvese cómo votaron los asambleístas al momento de la resolución, cómo argumentaron los asambleístas interpelantes y los funcionarios judiciales interpelados el jueves 1 de septiembre de 2022 en el juicio político a vocales del Consejo de la Judicatura.
Qué motivaciones, intereses, cálculos políticos, agradecimientos, favores recibidos o por recibir, silencios, pesaron en esas intervenciones y decisiones? Podrán explicar como es su obligación, sin ruborizarse en la “rendición de cuentas” a la que están obligados a presentar a sus mandantes, al pueblo, estribillo o muletilla con la que se llenan la boca cuando tienen un micrófono o una tarima, por qué votaron así los políticos asambleístas o por qué dictaron tales o cuales sentencias o metieron también la mano en la justicia, los otros actores de este juicio? y para variar el “lobby” estuvo o estará presente, es decir los cabildeos en procura de mantener o cambiar esos resultados al momento de la reconsideración, que por cálculo, estrategia, descuido o desconocimiento del procedimiento parlamentario y por la vertiginosa y sospechosa clausura de la Sesión Plenaria, no se confirmó la resolución en ese día; mientras tanto y como casi siempre, nosotros , los ciudadanos de a pie, somos y seguiremos siendo los convidados de piedra, los irrespetados, los ignorados, los utilizados en el discurso de la tarima en las futuras elecciones y nuevamente continuaremos asistiendo a estos episodios vergonzosos de moral política y judicial.