Imagen de la obra ‘51 segundos, Acto 2/La escombrera’ (de las serie pinturas negras). Foto: Cortesía Salón de Machala
Después del terremoto, del 16 abril, Geovanny Verdezoto fue a trabajar como voluntario al albergue municipal de Santo Domingo, la misma ciudad en la que a inicios de año abrió su taller. Allí le pidieron que realice una actividad artística de ayuda y distracción para los niños damnificados.
El resultado de este proyecto de arte terapia fue ‘51 segundos, Acto 2/La escombrera’ (de las serie pinturas negras), la obra que, a finales de junio, ganó el primer lugar de los Premios Musa Paradisiaca, del Salón de Machala 2016.
Para la elaboración de esta pieza, hecha con acrílico y aerosol sobre tela y lona, recorrió las calles de Santo Domingo buscando donaciones de pintura.
Después de su recorrido Verdezoto regresó al albergue con más de veinte litros de pintura. Se las entregó a los niños y les dio dos horas para que jueguen. Lo que quedó fue un fondo abstracto lleno de color.
Para complementar la obra incorporó a la tela una serie de fotografías que tomó en una escombrera que vio en Pedernales, cuando fue a ayudar a un amigo cuya casa estaba por colapsar después del sismo.
En la parte de arriba de este lienzo Verdezoto escribió los nombres de 70 personas que fallecieron en Pedernales. “La idea era colocar el nombre de las 169 personas que fallecieron en esta ciudad pero no hubo el espacio necesario”. Los nombres de estas personas, la mayoría niños, fueron pintados con barniz transparente.
Entre los jurados que eligieron como ganadora a la obra de Verdezoto estuvieron el artista y catedrático colombiano Lucas Ospina; el curador y editor brasileño Marcio Tavares y el artista y académico estadounidense James Clover.
En el Salón de Machala, que este año cumplió su séptima edición, también se premió a Wilson Pacha, por su pieza ‘4 000 m2 de pasión, furia, ficción, magia y miseria’, y a Daniel Martínez, con la pieza ‘Retrato de mi madre’.
Las menciones de honor fueron para ‘Plano de paisaje’, de Anthony Arrobo; ‘Distopía 21.8’, de Luis Vilca Montalvo; ‘Operación Crossroads’, de Raymundo Valdez y ‘Sonriéndole a la muerte’, de César Simbaña Yanchapaxi.
En esta edición los premios del concurso de artes visuales tomaron el nombre de Musa Paradisiaca, la nomenclatura botánica para denominar al banano, la fruta simbólica de Machala.
Para Verdezoto que ‘51 segundos, Acto 2/La escombrera’ (de las serie pinturas negras) haya ganado el Salón de Machala es importante porque se rompe con la hegemonía de las grandes ciudades. Esto permite -dice- que Santo Domingo sea vista como una ciudad donde también se hace arte.
Entre los nuevos proyectos de Verdezoto está la elaboración de un mural de Baco hecho de botellas recicladas. Este trabajo lo realiza en su taller ubicado en la avenida La Lorena. El objetivo es recolectar 15 mil botellas hasta fin de año.
Verdezoto piensa seguir con las actividades de arte terapia. Él cree que es importante mantener la ayuda a las personas que continúan en los albergues, sobre todo, a los niños.