La detención de Lee Jae-Yong, que ya fue interrogado la semana pasada durante 22 horas en calidad de sospechoso por corrupción, podría tener un impacto “importante” en la economía surcoreana. Foto: Agencia AFP
Un tribunal de Seúl rechazó el pasado jueves 19 de enero de 2017 una orden de detención contra el heredero de Samsung, Lee Jae-Yong en el marco de la investigación de un escándalo de corrupción que ya llegó hasta la presidenta surcoreana Park Guen-Hye.
El tribunal del distrito central de Seúl desestimó la orden de arresto presentada por la fiscalía el lunes 16 de enero contra Lee por cargos de soborno, malversación y perjurio. Los fiscales acusaron a Lee de dar o prometer USD 36,3 millones en sobornos a la confidente de Park, Choi Soon-Sil, encarcelada.
El pago era, supuestamente, a cambio de que el gobierno respaldara una fusión de dos filiales de Samsung, un movimiento crucial para el traspaso de poderes de la compañía -el mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo y empresa clave para la economía surcoreana– hacia Lee.
La unión de Cheil Industries y C&T fue muy criticada por algunos accionistas pero la Caja Nacional de Pensiones (NPS), gran accionista de Samsung y controlada por el ministerio de Asuntos Sociales, dio luz verde a la operación. Sin embargo, según el tribunal, los fiscales no presentaron pruebas lo suficientemente sólidas contra Lee.
“Resulta difícil aceptar las razones, la necesidad y la justificación” para dar salida a la orden de arresto, informaba un comunicado de la fiscalía, que citaba la falta de pruebas inequívocas. Los investigadores anunciaron la semana pasada que Lee era considerado sospechoso en este escándalo, que ha ido creciendo como una bola de nieve tras la inculpación el año pasado de Choi Soon-Sil, amiga de la presidenta.
Ordeñando a los poderosos –
Choi está siendo juzgada actualmente por haber utilizado su relación con Park para sonsacar enormes cantidades de dinero a grandes conglomerados surcoreanos que pagaron millones de dólares a fundaciones privadas creadas por ella. Más de una decena de personas han sido arrestadas, incluida Choi, los exministros de Cultura y de Asuntos Sociales, un exdirector del gabinete presidencial y un profesor de universidad.
Lee, de 48 años, era sospechoso de haber aprobado las transferencias a Choi con el fin de obtener favores del gobierno. Samsung fue el más generoso de los conglomerados, donando USD 17 millones a las fundaciones de Choi y ordenó un giro de millones de euros con el pretexto de financiar entrenamientos deportivos en Alemania de jinetes surcoreanos, entre los que se encontraba la hija de la confidente.
Además, Lee se exponía a un proceso por “perjurio” , por haber afirmado ante una comisión de investigación parlamentaria que las transferencias no se hicieron a cambio de favores. Por su parte, la presidenta Park, acusada de “colusión” con Choi, fue destituida por el Parlamento a principios de diciembre de 2016, una decisión que todavía debe ser ratificada por el Tribunal Constitucional.