Jefferson Pérez recorrió las instalaciones del albergue Divino Niño, en Pedernales este 12 de junio. Mayra Pacheco / El Comercio
El albergue Divino Niño, ubicado en Pedernales-Manabí, tuvo una visita especial este fin de semana. Jefferson Pérez, atleta cuencano y medallista en oro y plata en Juegos Olímpicos, visitó estas instalaciones y se dio tiempo para conversar con las personas, tomarse fotografías, autografiar gorras, camisetas o simplemente estrechar las manos.
Pérez acudió como parte de un evento organizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef por sus siglas en inglés), pero luego se dedicó a hablar con la gente y conocer las condiciones en las que viven. Tras el recorrido comentó que la situación en la que están estos hermanos ecuatorianos le ha servido de inspiración. “Las personas que están en los albergues buscan salir adelante a pesar de los limitantes”, expresó el deportista.
Después del movimiento telúrico del 16 de abril, Pérez comparó a la tragedia con una competencia de resistencia. En esta -dijo que- se ha avanzado, han pasado las primeras semanas, el primer mes, pero se requiere que se mantenga la ayuda a los damnificados.
En Manabí y sur de Esmeraldas los pobladores han retomado sus actividades y esperan la llegada de turistas para reactivar la economía. En los albergues se requieren colaboraciones para alimentar a los damnificados y atender sus principales necesidades: salud, higiene, recreación…
Pérez agregó que la situación adversa que atraviesan, actualmente, los pobladores de estas provincias tras el terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter es como una lesión o fractura que durará un periodo de tiempo. Mientras cicatrice se deberá aguardar con esperanza y esforzarse por salir adelante para seguir en esta competencia que es la vida. A veces parece difícil o eterno. Pero hay que tener fe, mencionó el atleta.