La venezolana Yulimar Rojas en la prueba del triple salto del Mundial IAAF bajo techo en Birmingham el 3 de marzo del 2018. Foto: Ben Stansall/ AFP
La tricampeona mundial de salto triple, Yulimar Rojas, celebra un nuevo éxito en su natal Venezuela mientras traza objetivos cada vez más ambiciosos: marcar una era con el oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 como cénit.
“La era de Yulimar Rojas ha comenzado”, declaró este jueves la atleta de 1,92 metros de estatura y extrovertido carácter, luciendo la medalla dorada que conquistó el sábado pasado en el Mundial Indoor de Birmingham, con marca de 14,63 metros.
En caso de cumplir la meta, Yulimar se convertiría en la primera mujer en ganar un oro olímpico para Venezuela, que atesora las preseas doradas del boxeador Francisco Rodríguez en México-1968 y del esgrimista Rubén Limardo en Londres 2012.
“Espero dar a Venezuela una medalla dorada en los Juegos Olímpicos, mi mayor aspiración, mi mayor anhelo”, expresó ante la prensa en Caracas, acompañada por sus padres y hermanas.
A sus “22 añitos”, como ella misma dice, la venezolana colecciona tres oros mundiales -dos bajo techo y uno al aire libre- y una plata olímpica en Londres 2016. Cree que llegará a Tokio en su “mejor momento”.
La atleta de triple salto venezolana Yulimar Rojas (c) baila durante un encuentro con la prensa el 8 de marzo de 2018 en Caracas (Venezuela). Foto: Cristian Hernández / EFE
Rojas fue recibida en grande en un país que la tiene entre sus ídolos deportivos. Rodeada de niños, bailando al ritmo de tambores y firmando autógrafos, entró al estadio Brígido Iriarte para compartir unos minutos con estudiantes de escuelas de atletismo de entre seis y doce años.
Llegó a Caracas la noche del miércoles y pasará unos días con sus familiares en la ciudad costera de Puerto La Cruz, donde creció en una barriada humilde.
Sabe de donde viene y hacia donde va
“Sé de dónde vengo y sé a dónde voy”, aseguró. Cree que su turno llegó, luego de que la ganadora del último oro olímpico, la colombiana Caterine Ibargüen, de 34 años, dominara con autoridad el salto triple en los últimos años.
“Es la atleta que vi como ejemplo desde que comencé. Es un honor competir con ella”, sostuvo.
Una primera señal del posible cambio de guardia llegó el año pasado, con la victoria de Rojas sobre Ibargüen en el Mundial a cielo abierto del año pasado en Londres. La colombiana estuvo ausente en Birmingham.
Pese a su optimismo, Rojas sabe que todavía “faltan mejorar bastantes cositas” .
Pertenece a la sección de atletismo del FC Barcelona y entrena bajo las órdenes del mítico atleta cubano Ivan Pedroso, ganador del oro olímpico de salto largo en Sydney 2000 y cinco veces campeón mundial en pista cubierta y cuatro al aire libre.
Cada día, “al ir a dormir”, Rojas sueña con quebrar el récord mundial de la ucraniana Inessa Kravets (15,50) , vigente desde 1995, aunque su mejor marca personal aún está lejos (15,02) .
“Vamos bien, pero vamos como dice la canción: pasito a pasito, suave suavecito”, soltó entre risas.