El artículo de Marco Antonio Rodríguez sobre mi persona publicado el jueves 30 es una generosa muestra de afecto por su compañero y amigo, como también la manifestación de un notable intelectual y maestro universitario que expresa sus más profundas convicciones éticas y académicas. Por ambos motivos lo agradezco de todo corazón.
El artículo está dedicado fundamentalmente a destacar los logros de la Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador, que no son una obra personal. Son producto del esfuerzo de una comunidad que, por años, viene construyendo un proyecto académico colectivo que ha logrado ponerse a la altura de las necesidades del Ecuador y la región.
Esa comunidad académica, que ha demostrado una indeclinable vocación por el alto nivel y la calidad, por la defensa del pluralismo y la libertad de cátedra, que trabajado por el país y ha ejercido la crítica sin miedo, no se silenciará. Con su nuevo rector a la cabeza, resistirá la agresión del autoritarismo y sus instrumentos. Ese será el mejor testimonio de gratitud para quienes apoyan su causa.