Este 23 de abril del 2018 se espera iniciar el año escolar en Mataje, Esmeraldas, donde las Fuerzas Armadas reforzaron los patrullajes por la escalada de violencia en la zona. Foto: EL COMERCIO
Hasta diciembre del 2017, 6 042 jóvenes desertaron del sistema educativo público en la ‘Provincia Verde’. Representó el 5% del dato nacional, según un diagnóstico del Ministerio de Educación.
No es el único aspecto que preocupa. Otro es el porcentaje de rezago en primaria que alcanzó el 15,4% en Esmeraldas.
Esa cifra es el doble del promedio nacional. Y el número de chicos que repiten el año en Bachillerato representa el 26%, siete puntos más que en el país. Para encarar esa realidad, el ministro Fander Falconí anunció la ejecución de un plan de intervención integral.
Este lunes, 23 de abril del 2018, y se esperaba iniciar el año escolar en Mataje, donde las Fuerzas Armadas reforzaron los patrullajes por la escalada de violencia que ha dejado cuatro militares fallecidos, un grupo periodístico de EL COMERCIO asesinado y otros dos ciudadanos secuestrados.
En el resto de Esmeraldas, las actividades académicas empezaron la semana pasada.
Según Falconí, hasta el viernes, para el inicio de clases en Mataje estaban registrados 282 alumnos y 21 profesores, que laboran en seis unidades educativas. En esa zona solo se cuenta con oferta fiscal, desde Inicial hasta décimo de Básica.
El dato podría variar -apuntó- “porque hay un desplazamiento constante de la población debido al conflicto”. Para atender a esa población se ejecutarán tres fases de acompañamiento y prevención en temas psicoemocionales.
Además, se ejecutarán programas de educación para la paz y se fortalecerá a departamentos de consejería estudiantil (DECE). Se contratará a 24 psicólogos y se destinarán USD 416 924. Esta intervención servirá a los niños de 54 familias de Mataje, que están en albergues de San Lorenzo y temen regresar a casa.
Augusto Barrera, asesor presidencial del área social, recalcó que es necesaria una mayor presencia del Estado en esa zona limítrofe. “Si se cierran brechas estructurales, no habrá condiciones para que se cometan actividades ilícitas”.
Juan Manuel Ramírez es rector del 5 de Agosto, en Esmeraldas, plantel emblemático con 2 290 alumnos. 143 de ellos desertaron el año pasado. Cree que una debilidad de la institución es la falta de seguridad, pese estar cerca a una dependencia de la Policía Nacional. Algo similar ocurre en la Unidad Educativa del Milenio Simón Plata Torres, en las afueras de Esmeraldas. Ahí se educan 1 086 estudiantes y trabajan 44 profesores.
El año anterior, el 30% de los estudiantes de Bachillerato de ese plantel se quedó para recuperación en tres asignaturas: inglés, matemática y física.
Los estudiantes residen en sectores populares: Gatazo, Monte Sinaí, Tierra Nueva, La Cananga, La Tormenta, etc.
El viceministro Álvaro Sáenz aseguró que el plan de intervención para educadores y estudiantes permitirá levantar el nivel de enseñanza y aprendizaje. También se implementará el plan Yo leo, en 31 de las 711 instituciones fiscales.
Para reducir el rezago educativo en niños de 8 a 14 años, los chicos estudiarán por un año en un aula de nivelación para fortalecer destrezas claves, como lectura y cálculo. Y serán promovidos dos años académicos en un solo año escolar.
Para la capacitación del programa de lectura en el aula, el presupuesto es de USD 1 693 800. Se formará a 3 764 de los 7 403 profesores.
Según la Cartera, fortalecerán el Bachillerato Técnico Productivo (BTP), que prioriza el desarrollo de competencias para la inserción laboral en petróleos, puertos, turismo, producción (pesca y madera).
También se destinarán USD 7 millones para el mantenimiento de 305 escuelas; 114 son unidocentes y bidocentes, que cubren el 60% del total de planteles en Esmeraldas.