En tres tramos de la av. De las Américas existen letreros de ‘carril compartido’. Los autos particulares pueden circular por la ruta exclusiva de la Metrovía. Foto: Santiago Arcos / EL COMERCIO
Apareció una nueva señalética y se eliminaron -en ciertos tramos- los muros divisores en el carril exclusivo de la Metrovía. Así, el caótico tránsito en el norte de Guayaquil tiene alguna mejoría.
Compartir los tramos del carril exclusivo de este sistema masivo de transporte público con los vehículos particulares, actualmente, da mayor agilidad a la circulación por las vías no solo consideradas principales, sino también por los enlaces de ingreso y salida del Puerto Principal.
El caos vehicular se acentuó en algunos sectores con los controles a la invasión de la calle de circulación de la Metrovía. Empezó el 1 de febrero, a cargo del Municipio de Guayaquil y se sanciona con una remuneración básica unificada.
Los problemas mayores se presentaban en los sitios donde el cruce de vía generaba un conflicto entre conductores, que evitaban ser captados por una de las 803 cámaras de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil. A través de ellas se emiten las multas (USD 354 la primera vez).
“En la avenida De las América, en la ruta al aeropuerto, era un caos porque quien circulaba por el carril pegado a la acera debía cambiarse al central y volver a entrar luego de la parada de la Metrovía”, se quejó el taxista Luis Vargas.
Este conductor reconoce que con la rectificación de las autoridades de la Agencia de Tránsito Municipal (ATM) y de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), al admitir que se comparta el carril, ahora la circulación es más fluida.
En los sitios en conflicto hoy existen letreros que indican los tramos compartidos, en donde ya no se aplica la sanción a la invasión que, en caso de reincidencia de la infracción, se castiga con el doble de la multa.
Los mayores efectos ya se sienten en esos tramos. Por ejemplo, se retiraron 200 metros de los bordillos que definían el carril en la avenida De las Américas, en el sentido sur norte desde la Plaza Danín hasta la calle Eleodoro Arboleda; y en sentido norte sur, desde la bifurcación con la avenida Tanca Marengo, puerta de ingreso desde la vía a Daule.
Oro tramo, en la misma avenida, es en la calle John F. Kennedy, frente Coliseo Cerrado, sentido sur norte. Desde allí hasta el paso peatonal frente al Cuartel Modelo la vía es compartida. En la avenida Quito y Piedrahíta, hasta el paso elevado en Julián Coronel, también se retiraron los bordillos.
Incluso, la ATM no multará a los infractores que tenían filmados en ese tramo al declararse carril compartido. Solo entre el 1 y 8 de febrero, al inicio de las sanciones, en ese lugar se reportaron 843 sancionados.
Fernando Navas, director de planificación de la ATM, dijo que una vez hecho el control vehicular y simulaciones con el ‘software’ en ingeniería de tránsito ha dado como resultado que compartir el carril en ciertos tramos no afecta al funcionamiento de la Metrovía.
Luis Lalama, jefe del Cuerpo de Vigilancia de la CTE, explicó que con el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, y directivos de la ATM se han analizado diversas alternativas para aliviar el tráfico en varias calles que tienen relación con la circulación de la Metrovía.
“En la avenida De las Américas ya no hay hora pico, porque todo el día existe un gran volumen de tránsito. Hay varios tramos que ya son compartidos y se estudian otros, como en la Benjamín Rosales a la altura de la urbanización Santa Leonor, o en la Carlos Julio Arosemena a la altura de la iglesia de los mormones, sentido oeste-este, donde se forman embotellamientos”, indicó el oficial.
Hay otros puntos que van a ser intervenidos para darle más agilidad al tránsito vehicular. Uno de ellos es a la altura de la avenida Domingo Comín (sur), con los carros que salen desde el mercado Caraguay hacia la José Vicente Trujillo. Allí debe eliminarse el bordillo para hacer un carril compartido.
Lo mismo pasará en el tramo del paso a desnivel frente al Centro Comercial Mall del Sur, o en el paso de la avenida Quito, frente al estadio Capwell, donde también deben eliminarse los bordillos.
Con el retiro de los 300 vigilantes del control de la ciudad, para ser destinados a las carreteras de Guayas y Santa Elena, se eliminó el control que mantenía la CTE en gran parte de los cerca de 100 kilómetros de longitud de carriles que tiene la Metrovía. “No tiene sentido duplicar esfuerzos cuando el Municipio está sancionando a través de su sistema de cámaras”, aseguró Lalama.
La disposición de no invadir el carril se mantiene en sitios como el km 3 de la av. Carlos Julio Arosemena, por el Colegio 28 de Mayo; el km 4 de la misma vía a la altura del complejo
de Fedeguayas; en la 9 de Octubre y Tungurahua y en la avenida Benjamín Rosales, antes de la estación Río Daule de la Metrovía.