El Primer Mandatario reemplazó esa instancia por un equipo de cinco funcionarios. Foto: AFP
El equipo cercano del presidente Lenín Moreno ha cambiado tres veces en 14 meses. La articulación política y la coordinación con todos los sectores, ahora, recaen en cuatro secretarios de Estado y en el Canciller.
Se trata de Eduardo Jurado, secretario general de la Presidencia; José Agusto Briones, secretario de Planificación; Paúl Granda, secretario de la Política; Andrés Michelena, secretario de Comunicación, y del canciller José Valencia.
Este grupo de apoyo político se reúne cada semana con el Mandatario para analizar las estrategias, las políticas y la comunicación del Gobierno. En la práctica, esta especie de gabinete reducido reemplaza a lo que por 10 años se conoció como el buró político de AP.
Al inicio de su gestión, Moreno confió su nexo con todos los sectores a los consejeros de Gobierno. Virgilio Hernández, Patricio Rivera, Ricardo Patiño y Roberto Wohlgemuth tuvieron este cargo en los primeros cuatro meses. Pero se alejaron del Gobierno tras la ruptura del oficialismo con el expresidente Rafael Correa. Ahora -a excepción de Rivera- todos son opositores y forman parte de MANA, la disidencia de Alianza País (AP).
Michelena asegura que los consejeros sirvieron para arrancar la gestión y completar la transición. Pero Moreno tenía planificado reemplazarlos ya que él prefiere tener una interlocución directa con todos los ministros de Estado.
En medio de la crisis de AP, y aunque no lo había convocado en los primeros dos meses del período, el Presidente volvió a recurrir al llamado buró político. Pero lo refrescó en relación al que tenía Correa. Incluyó a María Fernanda Espinosa, Miguel Carvajal, Augusto Barrera, José Serrano y Viviana Bonilla, los últimos dos como un puente entre el Ejecutivo y el Legislativo. Pero esa instancia fue reemplazada por los cinco funcionarios antes detallados.
Sebastián Mantilla Baca, director del Centro Latinoamericano de Estudios Políticos, considera que Moreno eligió, al inicio de su Gobierno, a políticos más cercanos al correísmo para poder maniobrar políticamente con la militancia, dando un aire de unidad y apoyo de AP. Y que eventos como la vinculación de Jorge Glas a la corrupción y la ruptura con Correa llevaron a Moreno a tomar distancia con ese sector.
Otro factor a considerar es el pragmatismo para mostrar resultados, según Mantilla. Por ejemplo, en el tema económico y de seguridad ha tenido que buscar apoyo en otros sectores de la sociedad para salir de los problemas.
Ahora, la articulación con la Asamblea, por ejemplo, está a cargo de Granda. Participa en las reuniones con el bloque oficialista, que se redujo en al menos 20 curules en este tiempo.
Incluso, él estuvo en el Palacio Legislativo cuando se aprobó la Ley de Fomento Productivo y en uno de los despachos de ese predio dialogó con los líderes de las bancadas. También gestiona la relación del ejecutivo con el Consejo de Participación transitorio. Él, además, es el nexo del equipo cercano de Moreno con AP. Su objetivo es formar una coalición de organizaciones “progresistas” para las elecciones seccionales del 2019.
Elizabeth Cabezas, titular de la Asamblea, explica que tratan de mantener un diálogo permanente con el Ejecutivo. Pero también dar libertad de decisión a los legisladores.
Los otros cuatro integrantes de este equipo político no salieron de las filas del oficialismo. Jurado está ligado más al mundo empresarial e industrial y su experiencia pública y política la inició con este Gobierno. Briones es un profesional técnico que ha trabajado para la ONU y algunas entidades estatales en temas de gobernabilidad y planificación.
Michelena es el hombre de confianza de Moreno. Trabaja junto a él desde su tiempo como Vicepresidente (2007-2013). Nunca formó parte de AP. Y Valencia es un diplomático con 36 años de experiencia en el servicio exterior.
Ricardo Zambrano, secretario ejecutivo de AP, reconoció que como organización, les hubiese gustado tener cuadros de militantes activos en el equipo más cercano del Mandatario y en otros órganos dependientes del Ejecutivo.
La importancia de este grupo de funcionarios se estableció en el decreto 439 (14 de junio). En ese documento se expone que estos funcionarios son miembros permanentes y transversales con voz y voto en todos los consejos sectoriales, que son los encargados de la revisión, articulación, coordinación, armonización y aprobación de las políticas.
Existen cuatro consejos sectoriales: de lo social, de hábitat, infraestructura y recursos naturales, de seguridad y el económico y productivo. Es decir, que según este decreto los cinco funcionarios tienen la capacidad de mocionar y apoyar la aprobación o negación de decisiones en estas instancias.
A estos ministros, en el equipo de confianza de Lenín Moreno, se suma Juan Sebastián Roldán. Es el secretario particular de la Presidencia. Y su principal función es la vocería del Palacio de Carondelet. Él se encarga de hacer los anuncios y actualizar a los medios sobre los temas de coyuntura. Él tampoco salió de AP sino del Movimiento Ruptura de los 25, uno de los movimientos aliados de la llamada revolución ciudadana en sus inicios, en el anterior Régimen.
Oswaldo Moreno, consultor político, considera que el alejamiento de Moreno de AP se debe a que él no es un líder político y no responde al proyecto de ese movimiento. Sino que es un Presidente de transición y responde a la coyuntura. Por lo que arma su equipo con base en las necesidades que tiene y no pensando en que la administración de su organización política perdure.
Elizabeth Cabezas, en cambio, no cree que los equipos que giran alrededor de los líderes deban ser necesariamente afiliados al partido. “Son equipos técnicos, eficientes y complementarios. Hay que buscar apoyos profesionales en ese campo”, aseguró.