Para la edificación de obras se necesitan productos que vienen del extranjero. Foto: Archivo / EL COMERCIO
El cobro de la tasa aduanera de USD 0,10 para los productos importados de la construcción es un golpe más para esta actividad, que lleva 24 meses de decrecimiento, según representantes del sector.
El pasado 13 de noviembre entró en vigencia el mecanismo, que ha generado fuertes críticas de los empresarios. Los constructores aseguran que con la medida los productos extranjeros costarán más y eso impactará en el precio final de las diferentes obras.
Hérmel Flores, expresidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicon), explicó que los principales productos que se importan para la construcción son maquinaria, aditivos para la preparación del hormigón, insumos para acabados, taladros, perforadores, equipos, entre otros.
El impacto en el costo de producción difiere, según el tipo de construcción.
El sector inmobiliario de alta gama, por ejemplo, es donde más gastos se realiza por el valor de los acabados.
Entre estos se encuentran cerámicas, granito y grifería.
Dalila Gómez, presidenta de la Asociación de Importadores de Cerámica Plana (Asimcep), calcula que el costo de las cerámicas y porcelanatos subiría entre 5 y 10% con la tasa; mientras que el alza para mármoles y granitos será del 10 al 15%.
En Inficres, local ubicado en Dicentro, al norte de Guayaquil, también se considera que habrá un ajuste en los precios finales. La empresa trae y comercializa porcelanato, cerámica y granito.
En el sitio indicaron que debido a la tasa también se afectará toda la cadena de la construcción porque al ser más caros los productos se comprará menos, habrá menos obras y menos trabajo para distribuidores, electricistas, gasfiteros, etc.
Según datos de Asimcep, otros productos cuyos costos incrementarán son artículos de iluminación, sanitarios, grifería, instrumentos para instalar piezas, etc.
La titular del gremio considera que el Gobierno busca, como en años pasados, restringir las importaciones a través de diferentes vías. Conoce, además, que el Gobierno está trabajando en un nuevo reglamento técnico para porcelanatos y cerámicas, que complicaría los procesos para importar.
Según la Federación de Cámaras de Comercio del Ecuador, el impacto en la importación de materiales de la construcción es de USD 18,5 millones anuales.
Estos artículos vienen, principalmente, de la Unión Europea, China, Colombia, Perú, Brasil, EE.UU. y otros países de América Latina. La industria local, según los constructores, no satisface la demanda que tiene el mercado en diversas categorías.
Con ello concuerda Flores, quien explicó que, por ejemplo, la producción de clínker para la producción de cemento no es alta.
Mientras que Santiago Padrón, presidente de la constructora Herpayal, indicó que en el país no existen una serie de insumos necesarios para la construcción entre los que está el gypsum (una plancha que se coloca en estructuras metálicas para hacer paredes o tumbados), diferentes tipos de piso flotante, entre otros artículos.
El constructor dijo que los primeros efectos del cobro de la tasa ya se pueden observar en productos como el hierro. En octubre, por ejemplo, se encontraba el kilo en USD 0,70, pero ahora se lo halla en unos 0,80.
Padrón explicó que en las condiciones actuales del mercado prefiere asumir cualquier costo y reducir la rentabilidad del negocio.
Otros constructores analizan, incluso, soluciones para el sector. Flores explicó que lo que debería hacer el Gobierno ahora es buscar mecanismos para abaratar costos para el sector. Además, cree que si el objetivo del Régimen es reactivar al sector, este debería quedar exento del pago de la tasa.
Enrique Pita, presidente de la Federación de Cámaras de la Construcción, dijo que la tasa, que prevé recaudar USD 121 millones al año, afecta la imagen internacional del país de cara a los socios comerciales y genera inseguridad jurídica.
La Aduana ha dicho que la tasa no es recaudatoria y que los recursos servirán para mejorar los servicios para la lucha contra el contrabando y la defraudación.
En contexto
La semana pasada la Aduana fijó como tope en el cobro de la tasa USD 700 por unidad. También publicó el anexo en el que constan las unidades de control para el cobro de la tasa para las partidas (productos y grupos de productos).