Los familiares de un hombre fallecido, que estaba desaparecido, lo encontraron en la morgue. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
La morgue fue su última opción, después de buscar a Marcelo Coba por los hospitales e incluso en la cárcel. Sin embargo, sus parientes sabían que debían acudir a ese lugar, pese al dolor que les causaba la posibilidad de encontrarlo sin vida.
Desapareció hace un mes. Salió de su casa en Guamaní, en el sur de la ciudad, el 5 de octubre. Se despidió de su madre y le dijo que iba a buscar un trabajo. Sin embargo, nunca regresó. Eso recuerdan su hermana, su sobrina y su madre, quienes acudieron este miércoles 4 de noviembre al área de Medicina Legal de la Policía Nacional.
Rocío Garzón (hermana), Kerly Carillo (sobrina) e Hilda Zambrano (madre) contaron que su familiar buscaba trabajo en Guamaní y en los sectores aledaños al sur. Por eso les sorprendió que al cuerpo lo hallaran en las avenidas Mariscal Sucre y La Gasca, en el centro norte de la ciudad.
Este día conocieron que su tío, hermano e hijo murió atropellado. Lo que más indignó a la familia fue que al preguntar a amigos y a otros parientes si lo habían visto, respondían que sí. “Hace ocho días me dijeron que lo vieron chupando unas naranjas”, contó su madre.
No se explica por qué las personas les dijeron eso. Le duele y le confunde esa respuesta al saber que su hijo murió el mismo día que desapareció. “Todos nos imaginamos, menos que estuvieron muerto.”, dijo su sobrina.
La persona fallecida se llamaba Marcelo Coba Zambrano, tenía 31 años; era divorciado y tenía dos hijas.
Ahora la familia busca el parte policial con más detalles del caso y seguirán la investigación para saber cómo ocurrió el accidente.