Varias personas prestan atención a un informativo en Seúl (Corea del Sur) en el que se informa del lanzamiento, por parte de Corea del Norte, de tres misiles balísticos al Mar de Japón (Mar del Este) el 5 de septiembre de 2016. Foto: EFE
Corea del Norte disparó el lunes 5 de septiembre del 2016 tres misiles balísticos de medio alcance hacia el mar de Japón, informó el Ministerio de Defensa de Corea del Sur.
Los misiles, al parecer del tipo Rodong, volaron unos 1 000 metros y cayeron al mar dentro de la zona económica exclusiva de Japón.
El Gobierno de Tokio condenó el ensayo calificándolo como una “clara provocación”, informó la agencia de noticias Kyodo.
Según el Ministerio de Defensa nipón, los proyectiles cayeron al agua a entre 200 y 250 kilómetros al oeste de la isla de Okoshiru, en el norte de Japón. Ya a principios de agosto había caído por primera vez un misil norcoreano en la zona económica exclusiva de Japón. Por su parte, Corea del Sur anunció su intención de convocar una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Las resoluciones de la ONU prohíben a Corea del Norte realizar ensayos con misiles balísticos.
El Ejército surcoreano interpretó el nuevo ensayo de misiles como una demostración de fuerza del régimen comunista de Pyongyang durante la cumbre del G20 en la ciudad china de Hangzhou.
El nuevo ensayo se produjo poco después de que el presidente de China, Xi Jinping, se reuniera con su homóloga de Corea del Sur, Park Geun-hye, en el entorno de la cumbre.
Pese a la provocación norcoreana, Xi advirtió a Park de que el estacionamiento en Corea del Sur de un sistema de defensa aérea estadounidense no contribuirá a la estabilidad estratégica en la región y podría agravar el conflicto. Seúl justifica el despliegue del sistema como medida de protección ante eventuales ataques misilísticos norcoreanos.