El movimiento militar sunita Estado Islámico (EI), que ha tenido un impacto desestabilizador en Oriente Medio, amenaza con transnacionalizarse aún más en el 2015. Todo indica que tiene el potencial para redibujar el mapa regional, con la posible desaparición de Siria y de Iraq como se conocen ahora, según explica la doctora Camila Pastor de María Campos, especialista mexicana en asuntos de Oriente Medio.
El EI “preocupa a la región, pues el surgimiento de una administración radical, acusada ya de enormes abusos y violencias, amenaza con transnacionalizarse, aún más en un momento en el que las administraciones centrales han sido y son cuestionadas por movimientos de protesta que se han llevado a cabo desde el 2011”, de acuerdo con Pastor, profesora-investigadora de la División de Historia del Centro de Investigación y Docencia Económicas.
“Este panorama es complicado por los enfrentamientos entre el EI y los varios movimientos nacionalistas kurdos contra los que combaten, compitiendo por el control de los mismos territorios en el sur de Turquía, norte de Iraq y Siria”, explicó.
Para Pastor, hay varios escenarios posibles para el EI en el 2015. “La opinión de expertos coincide en que siendo una amenaza para todos los Estados establecidos de la región y dado el interés de Estados Unidos en contener al movimiento, el despliegue militar coordinado y la retirada de apoyo económico y militar a los insurgentes en Siria lograrán contener al movimiento”, argumenta la experta.
Brutalidad en video
Las decapitaciones de los periodistas estadounidenses James Foley (19 de agosto) y Steven Sotloff (2 de septiembre) por parte del EI, colocadas en YouTube, mostró al mundo la brutalidad y crueldad de la nueva organización terrorista de Oriente Medio.
Es descrita por EE.UU. y el Reino Unido como una amenaza mayor que la de Al Qaeda, el grupo responsable de los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001.
El EI o grupos asociados asesinaron este año, mediante el mismo método bestial, a otro estadounidense, dos cooperantes británicos, varios soldados libaneses, decenas de civiles y militares sirios y kurdos, un ciudadano francés y decenas de afganos.
Sus atrocidades, que incluyen también secuestros, tortura, esclavización y ataques sexuales contra grupos como los yazidíes, cristianos o turcomanos, han sido condenadas por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, como crímenes contra la humanidad. Amnistía Internacional y Human Rights Watch hicieron condenas similares.
Encabezado por el iraquí Abu Bakr al Baghdadi, el EI cuenta con 50 000 combatientes en Siria y 30 000 en Iraq, 1 000 de ellos extranjeros venidos de Europa y Estados Unidos, para sumarse a su lucha por establecer un califato, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres.
El EI es una de las consecuencias de la guerra que derrocó al dictador iraquí Saddam Hussein (2003). Aunque allí no operaba Al Qaeda, la destrucción del Régimen secular iraquí dio paso a una resistencia armada que llevó a la creación de Al Qaeda en Iraq (AQI), de donde proviene el EI. Nuevos grupos terroristas buscaron desde entonces resistir la ocupación estadounidense, que se prolongó hasta el 2011.
La situación regional se agravó cuando empezó la guerra civil siria; entonces, se organizaron milicias que luchan contra el Estado laico del Baath, encabezado por Bashar al Asad.
Esta oposición recibió apoyo de algunos de los Estados del Golfo y de EE.UU., ante la protección internacional que dieron al gobierno de Al Assad China, Rusia, Irán, y que impidió una intervención militar como la que vivió Libia.
Un grupo bien organizado
Aunque existen controversias sobre el territorio que realmente controla el EI, ya que diferentes medios presentan mapas distintos de su dominio, según el análisis de Katahy Gilsinan el avance del grupo yihadista quita el sueño a Washington y sus aliados. El Pentágono asegura que el EI es un grupo “bien organizado, sofisticado y bien financiado”.
Para ello, el EI recurre a actividades ilícitas como la extorsión, el secuestro, cobro de rescates, venta de antigüedades robadas y el contrabando. En el 2012, el grupo yihadista tomó el control de campos petroleros en Siria, y vende el crudo a precios de descuento, según el libro ‘The Islamic State of Iraq and Syria’, de Charles River Editors (julio del 2014).
Por otra parte, el EI también ha mostrado su destreza en el manejo de las redes sociales para propagar sus ideas, reclutar militantes entre los musulmanes que viven en países occidentales, con mensajes multilingües, e intimidar a sus enemigos; así como para mostrar sus logros militares, según reportó The New York Times el 30 de agosto pasado.
El EI resulta así, de acuerdo con la percepción de Occidente, un nuevo jinete apocalíptico. Por eso este grupo “va más allá de todo lo que hemos visto”, advirtió en agosto el entonces secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel.