El equipo de producción, durante el rodaje en la localidad de Pucará. Foto: Cortesía de Filmarte
Cuando sus padres tuvieron que migrar del Ecuador de los 90, Ismael se quedó bajo el cuidado de su abuela. Años más tarde, toma la decisión de seguir los pasos de sus padres y viajar a Estados Unidos. Después de haber pactado con un ‘coyote’ la fecha y el costo del viaje, el joven ecuatoriano emprende un recorrido por una tierra de leyendas que lo enfrentarán a su destino.
‘Vengo volviendo’ es más que una frase coloquial y cotidiana, es el título de la nueva película de la productora ecuatoriana Filmarte, que se estrenará el 16 de octubre en las salas de cine de Quito, Guayaquil y Cuenca.
El largometraje de ficción, que fue escrito, producido y filmado en el Azuay, es la continuación de Encuentros con el Cine, un proyecto que se fundó con la intención de involucrar a la comunidad en la producción de largometrajes que pongan en escena los paisajes, las historias y tradiciones de cada provincia o región.
La iniciativa arrancó en el 2010 con la producción de la película ‘Santa Elena en bus’, una cinta que entrelaza cuatro historias de la provincia costera en una road movie.
La actriz Ana Tacuri, en la leyenda de El Señor de las Aguas. Foto: Cortesía Filmarte.
En el 2014 el proyecto se trasladó al Azuay, donde los realizadores Isabel Rodas y Gabriel Páez -junto con el equipo de producción- recorrieron 11 cantones de la provincia para reclutar a un equipo que, finalmente, estuvo conformado por 21 jóvenes.
Entre julio y diciembre del 2014, el grupo se trasladó a vivir hasta una residencia en la localidad de Paute, donde formó parte de un taller teórico y práctico en el que recibió capacitación en fotografía, manejo de cámaras, sonido, actuación, maquillaje, vestuario, guión, entre otras áreas.
En ese proceso fueron desarrollándose historias basadas en la tradición oral, pero también surgieron otros relatos personales que dan cuenta de una realidad social, económica o ideológica propia del sector.
Rodas explica que en ese proceso de formación y creación, la migración apareció como un tema recurrente, donde el viaje de Ismael, interpretado por Juan Zumba, en su afán por irse a EE.UU., se convierte en la historia de base a la que se enlazan tres leyendas locales.
Rodas describe la cinta como una producción innovadora que mantiene el drama como hilo conductor en el que también se intercala el western, el suspenso y la comedia, como subgéneros que van definiendo el ritmo y tono de la obra.
Rodas y Páez describen este proyecto como una escuela, un espacio de constante aprendizaje tanto para la comunidad como para los productores. En esta segunda edición, se plantearon cambios en cuanto a la metodología con la creación de la residencia como espacio permanente de trabajo, así como en la pedagogía con un enfoque basado en la práctica.
Todo el proceso de capacitación y producción fue grabado por un equipo de producción paralelo y luego se convirtió en ‘Clack’, una serie para televisión que pone en escena el tras cámaras de la película. Luego del estreno en cines, la cinta hará un recorrido itinerante en varias ciudades del país.