El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha conseguido vacunar en Siria contra la polio a más de 630 000 niños y a 510 000 contra el sarampión, pese a la gravedad del conflicto en el país y a las dificultades para desplazarse por la inseguridad.
Esta campaña de vacunación de emergencia se puso en marcha a finales de noviembre con el fin de proteger de esas enfermedades a la población infantil de entre uno y cinco años.
“El trabajo más duro ha sido para los conductores que han recogido las vacunas en Damasco y las han repartido, a menudo por tortuosos caminos. Sin embargo, gracias a su determinación y coraje todas las gobernaciones han recibido los suministros que necesitaban”, señaló hoy UNICEF.
Estos datos le fueron facilitados por once de las catorce gobernaciones sirias.
La polio y el sarampión son enfermedades que se expanden con mucha facilidad en tiempos de guerra y cuando la población se desplaza de manera forzada.
Los niños de más de un año están recibiendo una dosis de vitamina A, que contribuye a reducir la incidencia de infecciones respiratorias graves y la diarrea.