Las causas están definidas. Los malos hábitos alimenticios, la carga genética y enfermedades relacionados con la tiroides son tres factores que desencadenan la obesidad.
En el Eugenio Espejo, uno de los hospitales más grandes del sistema público de salud, los médicos atienden con frecuencia a pacientes que presentan alteraciones provocadas por exceso de grasas.
Fernando Torres es director médico de este centro asistencial y el jueves explicaba que el 60% de los pacientes llega con obesidad grado II. Es decir, un estado médico avanzado y solo a un paso para llegar a una situación extrema, es decir, obesidad mórbida. Este cuadro comenzó a ser frecuente en el país entre el 2008 y el 2009.
El año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que la obesidad aumentó su incidencia en 194 países estudiados.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) en su informe ‘El estado de la alimentación y la agricultura 2013’, en el Ecuador, el 22% de la población es obesa.
La FAO también destacó que Sudamérica tiene en promedio un índice de obesidad del 21,6%, con porcentajes que oscilan desde 16,5% en Perú hasta 30,8% en Venezuela, este último país se ubica en el cuarto lugar en el mundo.
Este ente alertó que esa enfermedad y el sobrepeso son factores que generan males crónicos como la hipertensión, enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal, diabetes y alteraciones hepáticas como la cirrosis.
Cinco médicos con los que habló este Diario concuerdan en que la principal causa de obesidad tiene que ver con los malos hábitos alimenticios. En menor porcentaje están las enfermedades relacionadas con la tiroides, como el hipotiroidismo y el hipertiroidismo.
Esta glándula produce hormonas que controlan el ritmo de muchas actividades del cuerpo.
Estas incluyen la velocidad con la que se queman calorías y cuán rápido late el corazón.
Una glándula tiroides que no sea lo suficientemente activa provoca hipotiroidismo. Esto puede provocar fatiga, dificultad para controlar las bajas temperaturas y precisamente el aumento de peso.
Es el caso de Angélica Quishpe, una comerciante que padece de hipotiroidismo. Ella, hace un año, dejó de lado el ejercicio y sobrepasó los límites de la comida. Su ropa ya no le quedaba, llegó a pesar cerca de 180 libras cuando lo recomendable era 130. Supo que era hora de un chequeo médico.
Recuerda que la primera receta fue bajar de peso. Cambió los almidones (arroz, pan) por las verduras y las frutas, guiada por un nutricionista.
Después de tres meses de dieta y actividad física logró bajar la mitad de lo indicado. Ahora evita las comidas con almidón y trota todas las mañanas durante una hora. “Así me mantengo estable y sin riesgos”, señala.
Otra causa relacionada con la obesidad tiene que ver con la carga genética. Frans Serpa, médico que realiza cirugías del aparato digestivo en el Hospital Metropolitano, explica que las personas al nacer tienen una cantidad de células relacionadas con la obesidad (adiposas) que se desarrollan hasta los 5 años de vida.
Durante este tiempo se define si el niño tendrá o no sobrepeso, pues si mantiene una comida equilibrada las células receptarán la grasa normal que requiere el cuerpo para su desarrollo.
Pero si durante este tiempo las células se duplican lo más seguro es que en lo posterior padezca de obesidad. “Las personas que fueron delgadas desde niños y que engordan en edades adultas son más fáciles de perder peso. Pero el que es gordo desde niño es difícil que lo pierda porque en la primera etapa de la vida tuvo un aporte exagerado de comida”, explica Serpa.
En esta causa también es importante observar el árbol genealógico de la familia, pues si desciende de personas con sobrepeso es más propenso a tenerlo también.
Programas para prevenir la obesidad se insertan en el Ecuador. En el 2010, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) propuso un plan dentro del Programa Aliméntate Ecuador para evitar el consumo de comida chatarra.
La obesidad hace propensas a las personas a padecer enfermedades relacionadas con infartos, accidentes cerebrovasculares, además de cáncer, diabetes, hipertensión arterial, tumores, enfermedades hepáticas e incluso la hepatitis no alcohólica. En el mundo se cree que en el futuro sea la principal causa de cirrosis.
La fórmula para cuantificar el grado de obesidad es la relación del peso y la altura. Cuando el índice muestra 25 es normal (ver infografía). Según médicos consultados, en el país hay problemas en el grado II.
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