Seis temas cruciales trae reforma a la Ley de Educación Superior
La Mesa de Educación trabajó en un alcance a las reformas trabajado en el anterior período legislativo. Foto: Flicker de Asamblea Nacional
Aclarar cuál es el rol y la competencia de cada organismo en el proceso de nivelación y admisión al sistema de educación superior. De tal forma que Senescyt deje de estar a cargo y el Consejo de Educación Superior (CES) se ponga al frente.
Ese es uno de los seis cambios, que se pondrá a discusión dentro de las propuestas de reforma a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES). Este martes 19 de septiembre del 2017 el informe de la comisión legislativa, llega al Pleno. El primer debate está convocado para las 10:00.
El oficialista Augusto Espinosa adelantó los puntos que son parte del proyecto. Él envió un alcance al primer proyecto de reformas a la LOES, enviado en el período anterior, por el expresidente de la mesa, Raúl Abad (Alianza País).
Sobre las competencias de los organismos de la educación superior, se señala que Senescyt es la rectora de la política pública y se mantendría manejando las becas.
El CES deberá regular el sistema de nivelación y admisión. Y garantizar un curso propedéutico, organizado por las universidades, a quienes no obtengan un cupo.
Espinosa también indicó que, en su intervención, añadirá otros temas no incorporados en el documento.
Por ejemplo, el de la acreditación de las universidades e institutos técnicos y tecnológicos. Según el asambleísta, que preside la Mesa de Educación, pasar por una evaluación para acreditarse seguirá siendo obligatorio. Pero buscan abrir el abanico, para que los centros puedan ser parte de ranking internacionales.
Además de obtener la acreditación nacional, las universidades podrían optar por un ránking regional y otro internacional.
Ambas posibilidades son voluntarias y dependerían de organismos calificados por el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces).
Las otras cuatro reformas planteadas tienen relación con institutos, la creación de un ente que los regule; fortalecimiento de la autonomía universitariay financiamiento.
En el tema de institutos técnicos y tecnológicos, la premisa es fortalecerlos. No solo diversificar la demanda sino también reconocer los títulos de ese nivel. En la práctica, ahora -apunta Espinosa- quien se gradúa en esos centros, no es profesional.
El objetivo es lograr que sea considerado tercer nivel técnico. Y que si un graduado busca un cuarto nivel tenga acceso a un diplomado técnico, que le permita continuar sus estudios.
Además, en el informe de la Comisión de Educación se sugiere la creación de un ente que se encargue de los institutos. Sería un Consejo Superior de Institutos. Esto en paralelo al Consejo de Educación Superior (CES), más concentrado en universidades.
“Es un reconocimiento a esta instancia de educación superior. Ahora funcionan muy ligados al Ministerio de Educación, como colegios”.
En cuanto al financiamiento de las universidades y politécnicas públicas se indica que el Fondo Permanente de Desarrollo Universitario y Politécnico (Fopedeupo) es insuficiente. Por lo que urge idear otras formas para acceder a recursos económicos.
El saldo del presupuesto no devengado para ciencia, tecnología, proyectos académicos y de investigación debería incluirse en el ejercicio fiscal del siguiente año y no regresar al Estado. También se recomienda que fondos no comprometidos del ejercicio fiscal puedan moverse entre las distintas partidas que tienen los centros y no vuelvan a la Cuenta Única del Tesoro.