Nada de lo que se publica en redes sociales es personal ó privado. Todo los contenidos tienen una influencia en el entorno de quien los envía. Para Christian Espinosa, de la firma www.coberturadigital.com, entender esta máxima puede hacer la diferencia entre ganar o perder un trabajo.
Casos comprobados no han faltado en el mundo. Hace poco en una profesora perdió su puesto en Argentina por publicar en Facebook fotos que fueron consideradas demasiado ‘atrevidas’. Y una periodista que viajaba a África se quedó sin trabajo por un comentario que publicó en Twitter y fue considerado como racista.
Por eso Héctor Galarza, gerente de proyectos de la agencia Laika, dice que los contenidos tienen que tener coherencia con el objetivo para el que se creó una cuenta. Si es una cuenta para hacer humor, política u culaquier otra. Pero sin dejar de lado -agrega Espinosa- que la intención con la que una persona publica un mensaje no siempre será leída de la misma forma por la audiencia. “Siempre se asociará los contenidos con el trabajo en el que está. Más si es una figura pública”.
Las reflexiones se hicieron durante la última charla gratuita del Barcamp que se desarrolló este 10 de mayo de 2014. En Ciespal coincidieron blogueros, emprendedores, técnicos, docentes, gestionadores de redes… Se inició a las 09:00 y a lo largo del día se debatió sobre big data, internet de las cosas, computación en la nube, usabilidad, entre otros.
El primer Barcamp se realizó en 2008. Nació de una reunión de apasionados de la tecnología que propusieron desvirtualizar a los seguidores y personas que ellos seguían en sus cuentas de redes sociales. Además para encontrarse y compartir conocimiento y saber “en qué anda” la comunidad tecnológica del país.
Este año se abrió un nuevo espacio para presentar proyectos digitales que fueron valorados por especialistas. Ellos hicieron observaciones a los jóvenes emprendedores y recomendaciones para que puedan despegar y conseguir financiamiento a futuro.