Una consulta ‘online’ salvó la vida de dos pacientes que acudieron de urgencia al hospital del día del Municipio de Guayaquil, en el centro Polifuncional Zumar, de Bastión Popular. El diagnóstico: problemas cardíacos. El especialista José Córdova no necesitó trasladarse desde su consultorio, ubicado a 5 km, en el Hospital Ángel Felicísimo Rojas, para atenderlos.
“Aquí les tomamos los datos, los signos vitales, aplicamos un electrocardiograma y enviamos esa información al doctor Córdova, para que la revise en su computadora. Con un chequeo por videoconferencia pudo hacer el diagnóstico, darles indicaciones a los médicos y recetar el tratamiento indicado”, explicó la doctora Susana Chootong desde la sala de Telemedicina de Zumar.
Frente a ella, en un monitor, se proyectó la oficina del cardiólogo Córdova, quien escuchó en directo la conversación. Tan solo unos minutos antes, con un control remoto, la doctora Chootong hizo la llamada para conectarse.
“La semana pasada resolvimos dos casos muy graves: un paciente con un bloqueo cardíaco y una señora con infarto anterior. Ambos fueron estabilizados por telemedicina y están muy bien”, relató Córdova, en directo desde su escritorio.
Desde octubre del 2013, las consultas médicas virtuales alivian casos de urgencias de la red municipal de salud.
La aplicación de estas tecnologías es una tendencia en la medicina mundial. En Guayaquil, dos de los siete hospitales del Cabildo de Guayaquil están conectados con esta tecnología, que permite atender en tiempo real, pese a la distancia.
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La compra e instalación de equipos costó USD 100 000, como indicó Carlos Farhat, coordinador de Salud del Municipio. La tecnología americana-alemana está integrada por equipo de registro de signos vitales y un electrocardiógrafo.
Toda la información es almacenada en un computador. Y mediante Internet de banda ancha, cámaras de video de alta resolución y monitores se logra la conexión entre hospitales.
En 1924 ya se usaron radios para comunicarse con médicos; ese fue un primer paso. Sin embargo, en los últimos 10 años, las tecnologías de la información y comunicación (TIC) le dieron un giro: cámaras digitales, computadoras portátiles, tabletas y celulares se fusionan con equipos médicos como electrocardiógrafos y ecógrafos para aportar a diagnósticos y tratamientos.
En España, por ejemplo, este sistema moverá unos 4 000 millones de euros en el 2015. Y en Colombia, más de 700 instituciones médicas estuvieron conectadas en el 2013.
En Ecuador, la Espol impulsó el 2004 un proyecto para atender en zonas rurales vía Internet. En el laboratorio de Electrónica Médica de esta Facultad crearon herramientas para la transmisión de electrocardiografías, ecografías, radiografías e incluso fotografías en casos dermatológicos.
Uno de los más avanzados fue el de telecardiología. Lograron superar los más de 100 km de distancia entre Manglaralto (Santa Elena) y el consultorio del cardiólogo Rafael Castilla, en Guayaquil, quien acudía cada 15 días a esa localidad para dar atención.
En el 2011, sus alumnos rediseñaron el programa. Conectaron electrocardiógrafos a tabletas. “Es una tecnología muy económica y eficiente. Pero hace falta apoyo gubernamental para darle más impulso”, recalca Miguel Yapur, decano de la Facultad de Ingeniería en Electricidad y Computación.
Otros planes en marcha
Hace dos años, el Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil planificó su aplicación para dar cobertura a sus usuarios de zonas rurales. Esto porque de las 100 000 consultas anuales, casi el 40% corresponde a pacientes que habitan en áreas remotas. Y en todo el país no hay más de 250 psiquiatras, como señala Fabrizio Delgado, director técnico del instituto.
La primera prueba de telesiquiatría fue con un paciente de Esmeraldas, quien padece un trastorno psicótico. “Podemos ver al paciente, percibir su lenguaje verbal y no verbal y tener una muy buena idea de lo que está pasando, yo diría con un 98% de exactitud, tal como en el consultorio”.
Pero el plan se estancó, explica Delgado, por falta de una legislación que permita el uso de la telesiquiatría sin riesgos penales. La propuesta de Neurociencias es ofrecer evaluación y tratamiento especializado a través de consultorios virtuales, tanto en el Instituto como en hospitales primarios del Ministerio de Salud. Así, las consultas presenciales se aplazarían a tres o cuatro meses.
El IESS también tiene a la telemedicina para asesoría médica entre sus planes. La idea, indica Francisco Cevallos, director técnico de Hospitalización y atención ambulatoria, es establecer una conexión entre el Hospital Teodoro Maldonado Carbo de Guayaquil -con 260 médicos de 32 especialidades- y hospitales de menor nivel en Babahoyo (Los Ríos) y Milagro (Guayas).
Esta tecnología ya fue aplicada el año pasado por el Área de Urología, durante una cirugía de cáncer de próstata. En el quirófano se contactaron con médicos del exterior.
En contexto
En Guayaquil también se realizó una operación y por primera vez en el país los médicos utilizaron Google Glass. Este es un dispositivo móvil de visualización desarrollado por Google, el año pasado. Médicos que estaban en Estados Unidos participaron en la cirugía.
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