Próximo a la industria de las energías fósiles, el director de EPA designado por el presidente Donald Trump es un detractor de larga data del poderoso organismo que ahora le tocó dirigir. Foto: Agencia AFP
El nuevo jefe de la Agencia estadounidense de Protección Ambiental, Scott Pruitt, dijo el jueves 9 de marzo de 2017 que el dióxido de carbono no era un factor importante en el calentamiento global, en línea con sus conocidas posturas escépticas respecto al cambio climático.
Próximo a la industria de las energías fósiles, el director de EPA designado por el presidente Donald Trump es un detractor de larga data del poderoso organismo que ahora le tocó dirigir.
“Creo que medir con precisión (el impacto de) la actividad humana en el clima es algo muy difícil y existe un inmenso desacuerdo sobre el alcance de este impacto. Entonces no, no estaría de acuerdo con que se trate de un factor importante en el calentamiento global”, declaró el republicano en CNBC, consultado sobre la influencia del gas carbónico.
“Debemos seguir el debate y seguir el estudio y el análisis” del impacto del CO2, agregó. Su posición está en clara confrontación con la de la NASA y la Agencia Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) , que se manifestaron conjuntamente en enero afirmando que el cambio climático “está ampliamente determinado por el aumento de dióxido de carbono y otras emisiones humanas”.
Scott Pruitt, que dirige la agencia que se encarga de velar por la aplicación de la legislación medioambiental -incluyendo las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación-, calificó como “mal acuerdo” el de París sobre el clima.
“El acuerdo de París tendría que haber sido manejado como un tratado, tendría que haber pasado por una confirmación del Senado. Es preocupante”, dijo. Como fiscal general de Oklahoma, Pruitt apoyó más de una docena de demandas contra la EPA, aliándose con industriales y grupos de presión para bloquear diversas regulaciones sobre la contaminación del aire y del agua.