Los estudios que realiza en el MIT podrían ayudar a despertar a personas que se encuentran en coma.
Aunque desde mediados del siglo 19 se viene usando la anestesia general en forma creciente en el mundo, hasta el día de hoy los especialistas que la aplican reconocen que ignoran sus efectos. Sólo ahora se sabe que al estar anestesiada, la persona está en un estado similar al coma o, incluso, al sueño.
“Sabemos que quien recibe anestesia general va a quedar inconsciente, sin dolor ni recuerdos”, explica a “El Mercurio” el doctor Emery Brown, del Massachusetts Institute of Technology (MIT), quien visitó nuestro país y expuso en el 39° Congreso Chileno de Anestesiología.
“Con el mayor conocimiento de cómo funciona el cerebro gracias a la resonancia magnética, estamos elaborando nuevas técnicas de anestesia y buscando reducir las dosis al mínimo para evitar los efectos secundarios”, agrega este investigador.
Cuidar a los niños
Hoy, además, existe la sospecha de que las drogas anestésicas tienen cierta toxicidad en el sistema nervioso de las personas.
“Esto nos preocupa en el contexto de una población mundial que va envejeciendo, y en que la anestesia puede deteriorar las capacidades intelectuales de los mayores”, dice Brown.
Otra inquietud surge de los estudios con animales, que demuestran que los anestésicos favorecen la muerte de neuronas. “En este caso, investigamos para proteger a los niños que por algún problema de salud deben someterse a numerosas cirugías a temprana edad”, detalla.
Una sorpresa que ha aportado este campo de la investigación es la ketamina, una droga que con una dosis mínima produce un alivio inmediato de la depresión severa. Como hoy los antidepresivos demoran uno o dos meses en funcionar a plenitud, este anestésico puede ser una droga de transición para una crisis depresiva.
Por último, Brown considera que los avances en esta disciplina permitirán a futuro despertar a quienes se encuentren en coma, algo que hoy sucede en forma espontánea y excepcional.