Las brigadas de vacunación contra el papiloma acuden a los centros de salud del país, de acuerdo con un cronograma semanal.
Hoy habrá, por ejemplo, una jornada en una escuela fiscal en las afueras de Quito.
Personal del Centro de Salud de Conocoto, en el norte de Quito, se movilizará para vacunar a las menores que cursan quinto, sexto y séptimo grado de educación básica.
Así también la próxima semana habrá inmunizaciones en Las Casas y Cotocollao, según información del Ministerio de Salud que organiza los recorridos. Tanto en los planteles como en esas casas de salud se atiende a las menores de entre 9 y 11 años, para aplicar las primeras dos dosis de vacunas. Estas reducen el 95% de posibles contagios de la infección.
Sin embargo, los debates sobre los efectos secundarios de la inmunización continúan.
Los informes de la Organización Mundial de la Salud señalan que solo produce leves reacciones. Pero hay grupos de padres de familia en Venezuela, Colombia, Japón y Brasil que se mantienen en contra de su aplicación y que han abierto foros de discusión en las redes sociales. Ellos aseguran que esta vacuna, que ya se encuentra dentro del cuadro básico en Ecuador, puede causar problemas arteriales, musculares e incluso cerebrales.
En Ecuador se impulsa esta vacuna como una política pública. El Estado subsidia el costo de la dosis, que en el mercado privado cuesta hasta USD 190 cada una. Según los médicos, para que tenga efectividad se necesita al menos tres.
El Ministerio incorporó la dosis en las que oficialmente se requieren dentro del sistema sanitario. Se prevé inmunizar a más de 1 millón y medio de niñas.
Ayer comenzó la difusión de spots publicitarios en los medios de comunicación. En estos se difunden casos para fomentar la protección a las niñas.
20 millones invirtió el país en la compra de vacunas.