Parece que quienes veían al canguil, también conocido como palomitas de maiz o crispetas, como un alimento perjudicial para la salud estaban equivocados del medio a la mitad.
Un estudio presentado en la asamblea de la Sociedad Americana de Química, American Chemical Society en inglés, sugiere que el canguil es algo así como un milagro de la alimentación.
La información la trae la prestigiosa revista The Atlantic en un artículo que reseña lo que dice el estudio liderado por Joe Vinson, uno de los más respetados especialistas en los componentes saludables de alimentos que hay en los EE.UU.
El canguil, dice el estudio, contiene polifenoles, unos saludables antioxidantes que también están en las frutas y verduras.
Vinson explicó durante la asamblea que el canguil solo contiene 4 % de agua, mientras que las frutas y los vegetales son 90% agua. Es por eso que los polifenoles en frutas y vegetales se diluyen, mientras que aquellos que están en el canguil se concentran.
El estudio encontró que el canguil tiene hasta 300 mg de polifenoles en cada porción mientras que un choclo tiene 114 mg y las frutas 160 mg.
Resulta que, según el estudio reseñado por The Atlantic, que la cáscara del canguil -a pesar de su desagradable tendencia de quedarse atrapado entre los dientes- es una súper fuente nutritiva o un “nutritional powerhouse”, como lo define en inglés la revista. La concentración de polifenoles y fibra son es aún mayor en la cáscara. Vinson los llama “nuggets de oro nutricional”.
Si bien esto una gran noticia para los amantes del canguil, no se descarta que las frutas y los vegetales son muy importantes en la cadena alimenticia. Tienen vitaminas y minerales esenciales al igual que fitoquímicos que no están en el canguil.
Esta variedad del maíz puede ser el perfecto snack si está preparado correctamente. El canguil que se logra reventar únicamente con aire caliente es bajo en grasas, tiene mucha fibra y no lleva azúcar ni sodio (sal). Una guía dietética recomienda al menos tres porciones de granos al día y una de canguil cumple con esa cantidad.
La reunión de la Sociedad Americana de Química fue en San Diego California el 25 de marzo.