La resistencia a los antibióticos se vuelve una amenaza mundial
Los mayores problemas de resistencia a los antibióticos se generan en enfermedades como la tuberculosis. Francine Orr / MCT
La tuberculosis es la enfermedad infecciosa más 'emblemática' en el desafío ocasionado por la resistencia a los medicamentos.
Casi el 5% de casos recientes han sido causados por variantes del bacilo de Koch multirresistentes, insensibles a dos antibióticos: la isoniazidia y la rifampicina.
Algo aún más grave: la aparición de una tuberculosis "ultrarresistente", también refractaria a los antibióticos de último recurso. Estos casos ya representan el 10% de los de tuberculosis resistente.
"En algunas partes del mundo ya casi no disponemos de antibióticos (eficaces)", se alarma Timothy Walsh, profesor de microbiología de la universidad de Cardiff (Gales), citando India, Pakistán, el sudeste asiático y algunas regiones de América Latina.
Las resistencias microbianas no son exclusivas de los países pobres. La multiplicación en los hospitales de los países ricos de las infecciones "nosocomiales", entre los pacientes con las defensas bajas, como las causadas por el estafilococo dorado, es una prueba de ello.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso "inapropiado" de antimicrobianos es la primera causa de la resistencia en los países pobres, porque a veces las dosis administradas son muy débiles y, por el contrario, en los ricos porque pueden ser excesivas.
Francia, por ejemplo, es el tercer consumidor europeo de antibióticos, tras haber sido durante mucho tiempo el primero. El hábito de muchos médicos de recetarlos inútilmente para combatir enfermedades de origen viral ha remitido, pero el 20% de los medicamentos que pueblan los estantes de las farmacias del Hexágono son antibióticos.
También es una realidad que en las granjas del mundo occidental la mitad de los medicamentos antimicrobianos son destinados a los animales de cría, para aumentar su rendimientos en carne. "Estas prácticas contribuyen a aumentar la resistencia a organismos como las salmonelas, que pueden ser transmitidos al ser humano", según la OMS.
En Estados Unidos, la administración que regula los productos sanitarios, la FDA, busca convencer a la industria farmacéutica para que elimine algunos antibióticos utilizados para la cría de ganado.
En Europa, la Comisión Europea puso en marcha en 2011 un plan antirresistencia, uno de cuyos objetivos es estimular la investigación al respecto.
Según el especialista Olivier Patey, los grandes laboratorios no están motivados para desarrollar productos de este rubro.