Unos con ayuda, otros solos se colocaron sus capas y antifaces verdes. Los niños de los primeros de básica del Instituto Pedagógico Manuela Cañizares se transformaron en Guardianes del Planeta y del Agua. Así se despidieron del primer quinquemestre, que se inició en septiembre del 2013.
Desde hoy, los escolares y colegiales del régimen Sierra y Amazonía gozarán de 13 días de vacaciones.
Ayer, la maestra Margarita Fonseca permitió que sus alumnos miraran la película ‘Up’, en las últimas horas de clase. Antes conversaron sobre cómo cuidar la naturaleza.
En estas últimas semanas han hablado sobre lo que harán en sus días libres. Según la docente, que lleva 33 años en el Magisterio, la mayoría se quedará en casa. Sus padres prefieren tomar vacaciones en sus trabajos a finales de agosto, cuando termina el año lectivo.
A las madres les han comunicado que tendrán que hacer algo de tareas para que no pierdan la costumbre de trabajar.
Quienes son amas de casa llevarán a los niños a los parques y una niña contó que su familia planeaba ir a la piscina.
Fonseca es una de las 24 profesoras de la institución ubicada en la Selva Alegre y Domingo Espinar, en el norte de Quito.
En su semana libre, que comenzará el próximo jueves, hará las tareas domésticas aplazadas por los apuros de la jornada de trabajo. Tiene dos hijos, de 16 y 17 años.
“Esta semana me levantaré más tarde. Saldremos a caminar. Este descanso nos viene bien”, relató y contó que los niños han trabajado cinco meses desde las 07:00 hasta las 12:35. Y ellos hasta las 15:35.
El ritmo de vida de estudiantes y docentes cambió desde hace dos años, cuando el Ministerio de Educación decidió aplicar otro sistema. Se pasó de los trimestres a los quinquemestres. Y eso implica vacaciones divididas en dos períodos y no de dos meses seguidos, como antes. Los maestros deben aplicar más evaluaciones.