Arquitectos, artistas, gestores, investigadores y vecinos acudieron a la manifestación la tarde de hoy, martes 15 de agosto, frente a la casona ubicada en las calles Panamá e Imbabura, en rechazo al derrocamiento de la vivienda. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Tocando cornetas y portando pancartas con consignas como “Salvemos el patrimonio de la ciudad” y “No a la demolición, queremos preservación”, decenas de manifestantes protagonizaron un plantón a favor de la restauración de la Casa del Cacao, vivienda patrimonial del centro de Guayaquil que el Cabildo porteño pretende demoler.
Arquitectos, artistas, gestores, investigadores y vecinos acudieron a la manifestación la tarde de hoy, martes 15 de agosto, frente a la casona ubicada en las calles Panamá e Imbabura, en rechazo al derrocamiento de la vivienda.
El Municipio de Guayaquil busca demoler el inmueble rescatando para su posterior utilización en la nueva construcción elementos como chapas y rejas metálicas “entre lo poco que ha escapado al deterioro general”. Mientras que el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) propone el desmontaje técnico y la recuperación de la fachada, según lo expuesto en su momento por Luis Mueckay, director de la Regional 5.
“Estamos diciendo no a la demolición, no a la reubicación que es otra de las trampas que han usado, sacar la arquitectura de su lugar y llevarla a sitios como el Parque Histórico, una estupidez”, indicó el arquitecto y fotógrafo guayaquileño Ricardo Bohórquez, uno de los asistentes al plantón.
Luis Alfonso Saltos, urbanista y arquitecto, otro de los asistentes a la manifestación, señaló la contradicción del plan de demolición municipal con los planes de reactivación de la calle Panamá, que fue regenerada favoreciendo al peatón, pero que sigue siendo una zona deprimida y sin actividad. “Guayaquil se trata de vender como una ciudad turística, pero estamos desechando la identidad arquitectónica de la ciudad”, indicó.
El INPC subrayó este domingo 13 de agosto en un comunicado que la Municipalidad recibió, para el 2016, un total de USD 40 701 338,98 para ser utilizados en el ejercicio de la competencia patrimonial, según informe del Ministerio de Finanzas.
Una vez aprobado el COOTAD, desde el 2011, el Municipio recibe el 6% correspondiente al impuesto a la renta generado en su respectivo cantón, para que esos recursos sean invertidos en la preservación, el mantenimiento y difusión de su patrimonio, apunta el INPC.
El Instituto ratificó que no es viable el derrocamiento del inmueble patrimonial. “La Municipalidad de Guayaquil debe tomar acciones concretas para realizar las obras de emergencia que permitan estabilizar ese bien patrimonial y elaborar un proyecto de refuncionalización técnicamente sustentado, en el que se incluya la preservación de este preciado patrimonio guayaquileño”, apunta.