El artista quiteño Gabriel Gallardo montó un performance en el que jugó con sonoridades tecnológicas e intervenciones gráficas. Foto: EL COMERCIO
Una pareja vestida de gala, comiendo, masticando por largas dos horas, en los extremos de una mesa de tres metros de largo, mirándose sin pronunciar una palabra. Esa fue la acción con la que los cuencanos Maria José Machado y Daniel Coka abrieron una jornada de performance en el décimo piso de un edificio del centro de Guayaquil.
Maria José Machado y Daniel Coka participaron en una acción, sentados a la cena en los extremos de una mesa de tres metros de largo. Foto: EL COMERCIO.
El evento se denominó ‘Carne Va’, una referencia al exceso y la gula del Carnaval, y reunió la noche de este miércoles 3 de febrero de 2016 a seis artistas del performance de Quito, Cuenca y Guayaquil, en el marco del proyecto sudamericano Cuerpo Pacífico.
La guayaquileña Cinthia Vargas trazó un círculo de harina en una de las habitaciones en una acción sobre el tema del reflejo. Vestida de negro, frente a un espejo, se fue pegando con goma pedazos rotos de cristal, como armando una máscara.
La guayaquileña Cinthia Vargas cubrió su rostro con pedazos rotos de espejos en una muestra de ‘arte vivo’ en Estudio N, un nuevo espacio de gestión cultural en Guayaquil. Foto: EL COMERCIO
Tras terminar, la actriz alzó la mirada hacia la luz y su cara despidió reflejos sobre el tumbado. Luego acercó a los asistentes su rostro, un collage de pedazos de espejos rotos, y les fue murmurando: “Mírate”.
La jornada se desarrolló en Estudio N, un nuevo espacio de gestión cultural en el edificio Torres de la Merced (Calle Víctor Manuel Rendon y Córdova). El espacio busca activar eventos artísticos que carecen de espacios de difusión y contribuir al desarrollo de la escena local, según explicó Carlos Vaca, curador del estudio junto a Karla Navas.
“La idea era montar una suerte de fiesta carnavalesca, la carne como cuerpo y apetito en un evento lúdico y festivo, pero que también invita a la reflexión sobre la cultura contemporánea y lo que vivimos a diario”, explicó Juan Pablo Ordóñez, director del colectivo Ñucanchi People y uno de los creadores del proyecto Cuerpo Pacífico.
Las acciones efímeras, propias del ‘arte vivo’, se ubicaron en la frontera de disciplinas como la música, la danza, el teatro y las artes plásticas.
El quiteño Gabriel Gallardo, un DJ con la cara escondida tras un sombrero y una pañoleta, presentó una mezcla tecnológica de sonoridades, ruido e intervenciones gráficas que proyectó sobre las paredes y el tumbado del lugar.
En el evento participaron además el guayaquileño Carlos Vargas y Roxana Toloza Latorre (Roxanne’s Blues), chilena radicada en Quito.