Las orquídeas son una especie en peligro de extinción, los lugares que las comercializan deben contar con un permiso. Foto referencial: Archivo/EL COMERCIO
El Ecuador fue declarado el ‘País de las Orquídeas’ en octubre del 2013. Este nombramiento se debe a la gran diversidad de orquídeas que tiene el país, con un registro de 4232 especies de las cuales casi un 40% son endémicas, según el libro Tierra de Orquídeas.
Ante esta riqueza organizaciones públicas y privadas organizan exposiciones y aprovechan su comercialización. Sin embargo, el ciudadano que desee adquirir una de estas plantas debe hacerlo a través de un centro autorizado, dice el MAE. Además si la especie no fue modificada en laboratorios el proveedor deberá proporcionar una cartilla informativa de la misma.
El Código Integral Penal sanciona la recolección de orquídeas de los bosques con uno a tres años de prisión, pues estas plantas se encuentran dentro de los apéndices de la Conservación sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, informa el Ministerio.
La Entidad Rectora del Ambiente es la encargada de emitir patentes que autorizan el manejo, reproducción y comercialización de dicha flora, explica Paúl Austral, biólogo del MAE. Para obtener esta licencia el proveedor debe contar con instalaciones denominadas ‘orquidearios’ donde las plantas son llevadas tras ser recolectadas. Así mismo, debe presentar un plan de manejo de las especies el cual será evaluado por los funcionarios del MAE.
No obstante, el ministerio autorizará la extracción de cierto número de especímenes según su estado de vulnerabilidad y la propuesta. La entidad explica que las plantas madres son reproducidas en los laboratorios bajo distintas técnicas. Los descendientes de estas orquídeas son posteriormente comercializados.