Ministros de Salud aprobaron ayer una estrategia para combatir el uso excesivo de alcohol mediante un incremento de los impuestos a las bebidas alcohólicas y regulaciones de mercadeo más duras.
La iniciativa mundial para reducir el consumo dañino de alcohol se adoptó por consenso en la asamblea anual de los 193 estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que finaliza hoy en Ginebra.Las principales recomendaciones, elaboradas después de dos años de debate, no son vinculantes, pero sirven como directrices para los países miembros.
“El alcohol contribuye a provocar accidentes, problemas de salud mental, conflictos sociales y daños a terceros”, explicó Bernt Bull, asesor del Ministerio de Salud de Noruega.
Los países nórdicos, muchos de los cuales tienen fuertes restricciones a la venta de alcohol, lideraron la campaña en la OMS.
Un impuesto relativamente alto a las bebidas alcohólicas y regulaciones para limitar su disponibilidad ayudan a reducir las enfermedades relacionadas con el alcohol en Noruega, sostuvo Bull.
La agencia de la ONU calcula que los riesgos vinculados al alcohol causan 2,5 millones de muertes al año por enfermedades del corazón y el hígado, accidentes de tránsito, suicidios y diversos tipos de cáncer, el 3,8% de todas las muertes. Es el tercer factor de riesgo de muertes prematuras y discapacidades en el mundo.
“El alcohol generalmente no es percibido como causante de muertes, pero lo es”, señaló Shekhar Saxena, director del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS.
Pese al creciente abuso y el consumo en menores, la mitad de los países miembros de la OMS no tienen una política nacional relacionada al alcohol, según Vladimir Poznyak, experto de la agencia. “Los mayores cambios podrían ocurrir en aquellos países que no tienen instituciones para controlar el alcohol o un marco regulatorio para el consumo”, dijo.
El Grupo Mundial de Productores de Alcohol, que representa a firmas líderes de cerveza, vino y licores, destacó que la estrategia reconoce la importancia de la autorregulación por parte de la industria para ayudar a combatir el abuso de alcohol. Anheuser-Busch InBev, fabricante de Budweiser y la mayor cervecera del mundo, es uno de sus miembros.
La OMS logró aprobar un tratado de salud mundial para controlar el tabaco en el 2003 y ahora también está centrada en combatir la obesidad.