La NASA lanzó un telescopio espacial para desentrañar los secretos de la atmósfera baja del Sol, región desconocida donde se forman los vientos solares que azotan regularmente a la Tierra.
El satélite llamado IRIS, por sus siglas en inglés (Interface Region Imaging Spectrograph) iba transportado en un cohete Pegasus XL, de la empresa estadounidense Orbital Sciences, que a su vez lo lanzó desde un avión que despegó desde la base militar de Vandenberg, en California, Estados Unidos.
El telescopio IRIS, cuya misión tiene un costo de USD 182 millones, será situado en una órbita a 643 kilómetros de la Tierra antes de desplegar sus paneles solares.
Este telescopio ultravioleta puede captar imágenes de alta resolución a pocos segundos de intervalo en esta región poco explorada del Sol, situada en su superficie y su corona. La corona se extiende sobre varios millones de kilómetros diluyéndose en el espacio.
El objetivo de esta misión, de al menos dos años, es entender cómo se generan los vientos solares cargados de partículas magnéticas en esta zona misteriosa.
Así se podrá mejorar la previsión sobre las tempestades magnéticas que se dirigen a la Tierra y que son un factor de perturbación para la red eléctrica.
Esta región del Sol es también una fuente de emisiones de rayos ultravioletas que tienen un impacto sobre la base de la atmósfera y el clima terrestre, según la NASA.
“IRIS va a ampliar nuestras observaciones del Sol a una región, hasta el momento, difícil de estudiar”, explicó Joe Dávila, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA y responsable científico de la misión IRIS. Una vez que el satélite sea puesto en órbita, los ingenieros harán pruebas de funcionamiento durante un mes antes de activarlo para que empiece sus observaciones.
La NASA anunció otro proyecto más para analizar al Sol, pero de índole más comercial. Algunos mechones del cabello del escritor de ciencia ficción Arthur Clarke, que los donó antes de morir en 2008, viajarán el año próximo a millones de kilómetros de la Tierra, en la primera misión a vela solar de la NASA.
El ADN de Clarke, autor de la célebre ‘2001: Odisea en el espacio’ (1968), viajará en la nave bautizada Sunjammer , por el título de un relato suyo de 1963, sobre una regata de veleros en el espacio.
El vuelo, previsto a fines del año próximo, es organizado por Celestis, empresa que ofrece “viajes espaciales conmemorativos”, en los cuales los restos de un ser querido cremado son lanzados al espacio.
Viajar con el autor de ciencia ficción en la Sunjammer costará más de USD 10 000. La vela solar, proyectada por científicos ingleses y estadounidenses, tendrá una superficie de más de 1 000 metros cuadrados y usará la presión de la luz y el viento solar para estudiar al Sol desde una distancia nunca alcanzada antes.
Actualmente, las naves que observan al Sol están a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, mientras Sunjammer se moverá a 3 millones de km hacia el centro del sistema. Los sensibles instrumentos proporcionarán a los científicos un preaviso de aquellas tormentas solares capaces de producir flujos de partículas peligrosas para los satélites y las redes eléctricas.
USD 182 millones invertirá la Agencia Espacial NASA en el proyecto IRIS.