Mosaicos, una técnica antigua que regresa renovada

En Mosaicos San Luis el producto se elabora artesanalmente, esto permite un acabado elegante y, sobre todo, personalizado. El cliente tiene una gama de 44 diseños y 67 colores. Foto: Cortesía.

En Mosaicos San Luis el producto se elabora artesanalmente, esto permite un acabado elegante y, sobre todo, personalizado. El cliente tiene una gama de 44 diseños y 67 colores. Foto: Cortesía.

En Mosaicos San Luis el producto se elabora artesanalmente, esto permite un acabado elegante y, sobre todo, personalizado. El cliente tiene una gama de 44 diseños y 67 colores. Foto: Cortesía.

En la antigüedad, las edificaciones se decoraron con los tradicionales mosaicos. Son piezas (teselas) de piedra, vidrio o cerámica que, al juntarse, dan vida a un diseño elegante. Estos decorativos vigentes en casas de hasta mediados del siglo XX habían sido olvidados.

Pero desde hace tres años la demanda creció. En el país Mosaicos San Luis los fabrica desde el año pasado. Su gerente, Gastón Bucheli, explica que la idea surgió por la necesidad de recuperar los pisos de casas patrimoniales.

Poco a poco, la oferta se diversificó y ahora el producto luce en pisos, fachadas, mesas, espaldares de camas y más. Juan Bustamante, socio de la firma, indica que la técnica usada es la de mosaicos hidráulicos o baldosas hidráulicas.

Son hechos con cemento, coloreados con pigmentos minerales, bajo una formulación específica; lo que mantiene el tono por largo tiempo.

El secado es al aire libre; no se utiliza horno. Su compleja elaboración es 100% artesanal y ese es, precisamente, es el valor agregado, señala Bucheli. Al no ser una industria a gran escala, las baldosas poseen detalles exclusivos y personalizados, ya que cada cliente escoge el color y diseño a su gusto.

En la web del proveedor hay la opción ‘Simulador de mosaicos’. Ahí hay 38 modelos de mosaicos y seis de cenefas, a los que se puede dar tonalidades distintas (67).

La versatilidad del producto permite combinarlo con madera, microcemento, piedra, e incluso con porcelanato. Estas láminas crean ambientes modernos, minimalistas, clásicos, contemporáneos, eclécticos; las posibilidades son casi infinitas.

Las baldosas (20 x 20 cm) tienen 1,5 cm de espesor. Y cada una pesa 1,5 kilos. La instalación es la misma que se hace con cualquier cerámica. El brillo del piso lo da el propio uso. Aunque se utilizan máquinas pulidoras, cera o sellador (brillante o mate).
El costo varía según la complejidad del diseño y el número de colores. El más económico es de USD 35 el m².

Los mosaicos de D’Gres se combinan muy bien con cerámica, baldosa y porcelanato. Son importados de España y de China, en formatos de 30 x 30 cm (USD 10 cada lámina). Andrés Castillo, gerente comercial de este negocio, explica que los 50 modelos disponibles están elaborados, principalmente de cristal, piedras, mezclas de cerámica e incrustaciones de metal.

La instalación puede ser en planchas completas o, para dar mayor elegancia, se las recorta en distintos tamaños a manera de cenefas decorativas. Son ideales para sitios de alta humedad como baños o mesones de cocinas, porque la grasa no se impregna con facilidad.

También realzan el ambiente en zonas sociales. En caso de combinarlos, Castillo recomienda escoger tonos de mosaicos similares a los del piso o pared de destino. La colocación debe ser hecha por un experto y, necesariamente, ocupa morteros cementicios, más un emporado.

Suplementos digitales