El español Carlos Alzueta, encargado del diseño de luces, trabaja en el montaje. Habrá 190 reflectores en escena. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO
El musical es el género teatral que más depende del trabajo de iluminación y sonido. Esta es la conclusión a la que ha llegado, después de años de experiencia, el español Carlos Alzueta, el encargado de diseño de luces de ‘Los Miserables’, la nueva producción de la Fundación Teatro Nacional Sucre, que se estrenará este jueves 23, a las 19:30.
Para esta producción -un musical de Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg, basado en la novela de Víctor Hugo– se utilizará tecnología de punta. Para la iluminación de esta obra se usarán 190 proyectores entre fijos y de sistemas móviles, la mayoría tipo LED.
Estos proyectores serán manejados por consolas de iluminación de última generación.
Alzueta comenta que en ‘Los Miserables’ cada escena tendrá un tono distinto de iluminación. “Toda la obra -dice- tiene un arco de luz que va de lo monocromo hasta llegar a una gama variada de colores, cuya idea es dejar un mensaje de esperanza.
En un musical, las luces tienen dos finalidades; hacer visibles a los actores en escena y acompañar la función con un lenguaje que distinga los diferentes momentos de la obra. Alzueta agrega que en ‘Los Miserables’ cada escena necesitará de una programación lumínica independiente.
Esto hace que el trabajo en la consola de iluminación sea más complejo.
El otro componente esencial en la puesta en escena de ‘Los Miserables’ será la producción de sonido. Para este musical se realizó un diseño sonoro en el que participaron Ray Fellman, director musical; Chía Patiño, directora escénica; y Darío Benavides, ingeniero de sonido del Teatro Sucre.
En ‘Los Miserables’ se usará un sistema de sonido semejante al que se utiliza en las producciones de Broadway: 24 sistemas sonoros inalámbricos cuya peculiaridad es su tamaño diminuto.
En esta obra, el elenco de artistas, manejará dos tipos de micrófonos, uno tipo ‘earset’ que irá pegado al oído y otro tipo collar que puede pasar como parte de su vestuario.
Benavides, quien participó en la producciones de ‘Sweeney Todd’, ‘Faust’, ‘West Side Story’ y ‘Despertares’, subraya que el Teatro Sucre cuenta con una consola digital de audio, con 48 canales de entrada y 20 señales de salida; esto le permite grabar todas las secuencias con las partituras que usará el director musical para minimizar los errores.
“En un musical -dice Benavides- el ingeniero de sonido tiene que ir con la partitura a la par del director musical”. Trabajará con ocho técnicos de sonido y tres asistentes de escenario, que se encargarán de hacer los cambios de micrófonos al elenco.
En ‘Los Miserables’, los micrófonos ambientales se usaran para crear una ambientación natural de lo que sucederá en el escenario.
La idea es que los espectadores sientan que todos los sonidos que escuchan llegan desde el lugar donde está el elenco y que se perciba con claridad las diferentes voces.
Para completar la sonorización de la obra se contará con un pequeño grupo de cámara conformado por un violín, una viola, un chelo, un contrabajo, una flauta, un clarinete, cornos, trombones, trompetas y una percusión.
Se trata de la simulación de una orquesta sinfónica que se ubicará en la fosa del escenario. Benavides subraya que este grupo tendrá una sonorización especial. “Lo que se quiere es que el sonido sea acústico y que se cree un buen ambiente sonoro”.