Fernando Cedeño trabajó un corto sobre testimonios y hechos reales de los habitantes de la provincia. Foto: Cortesía
Cinco directores ofrecen, en una serie de cortometrajes, una mirada inédita sobre su experiencia tras el terremoto que devastó la costa ecuatoriana, el 16 de abril de 2016. Los filmes son parte del proyecto 11M, una iniciativa impulsada por la Corporación de Productores y Promotores Audiovisuales del Ecuador (Copae) y el apoyo de la Entidad de Gestión Egeda, con la idea de emprender la reactivación del trabajo creativo.
María de los Ángeles Palacios y Mariana Andrade, de Copae, comandaron el proceso que inició con la selección de realizadores audiovisuales que vivan en la zona afectada, que cuenten con trabajos previos y que se encuentren profesionalmente activos. Once directores se sumaron a la propuesta de filmar un corto bajo su propio criterio técnico y narrativo, sin exigencias de plazos. Cada realizador recibió USD 1 500 como incentivo para la producción. “Es un valor simbólico, pero era otra manera de estar presentes en el proceso de recuperación”, dice Andrade que destaca la variedad de estilos y líneas creativas.
En el corto de Jonathan Gines, por ejemplo, destaca la calidad fotográfica y el acceso a material privilegiado, que proviene de tomas grabadas para un documental sobre Portoviejo, donde se ve la condición de la ciudad antes del terremoto.
El filme de Carlos Quinto, dice Andrade, es un relato que se inclina a la comedia, mientras que el de Xavier Pico es un registro documental. A Fernando Cedeño se le quiebra la voz cuando dice que “no es fácil producir con la herida abierta”. En nueve minutos, el cineasta manabita deja que su cámara revele el impacto emocional de la catástrofe, a partir de dos historias que desnudan la desesperanza y el dolor.
Para contar su experiencia Nixon Chalacamá, optó por la ficción, donde el drama, la acción y los efectos especiales son parte de su estilo como director, en una conmovedora historia en la se entrecruzan varias realidades.
Estos cinco primeros cortos, serán parte de una muestra en el marco de los Edoc 2017, que se realizará entre el 10 y el 21 de mayo. Para Andrade el esfuerzo de este grupo de realizadores es parte de un proceso de reactivación cultural, que debe complementarse con la recuperación de espacios, como la sala del MAAC de Manta. Un lugar que se ha convertido en “el corazón cultural de Manabí”, y que no ha podido ser reabierto desde el terremoto.