La profesora le repite que es “vago” e indica que mientras ella da clases, ‘Jaime’ “solo mira al techo”. El niño tiene 7 años. Molesta, la maestra le pidió a ‘Gina’ (nombres protegidos) que llevara a su hijo a un especialista para saber qué le pasa. “No tengo tiempo para perder contigo”, le dice al alumno en público.
Así llegaron al Centro de Psicología Aplicada de la Universidad Católica, en la av. 12 de Octubre, en el centro norte de Quito.
La señora no conoce lo que son los test para medir el coeficiente intelectual. Pero quiere ayuda. El quinquemestre en la Sierra y Amazonía avanza y él otra vez tiene problemas porque no puede leer y por tanto no logra copiar el dictado que le hace la maestra.
El año lectivo anterior tuvo clases con la misma docente y se quedó al supletorio. La madre quería que repitiera el año. Todos los días, al salir de clases va por él y lo ve llorar al acercarse al portón. Tiene que pedirles los cuadernos a sus compañeros para que se iguale. “Le han sentado mal las vacaciones, está peor este año”, se quejó la profesora tras las primeras evaluaciones.
El niño tiene dificultades para escribir, por ejemplo, el nombre de su amiga. Confundió la ‘i’ con la ‘e’ y no recordó cómo es la ‘h’, cuando se le pidió anotar una palabra.
Su mamá y el padrastro le han enseñado a sumar con granos de maíz. Y le han aconsejado utilizar los dedos para contar.
La madre sabe que su hijo tiene problemas, pero no cree que sea menos inteligente que otros. Lleva un mes en evaluaciones en el Centro de Psicología en la Católica. Así que el informe final no está listo.
El ministro de Educación, Augusto Espinosa, recomendó a la madre denunciar el caso de supuesto maltrato para que se tomen acciones. La queja se puede presentar en uno de los Distritos.
“Le creemos al niño, se trabaja con la maestra. El Director de la escuela puede cambiarlo de paralelo”, dijo el Ministro, quien insiste en que hoy buscan nivelar a los alumnos. “Antes perder el año era un castigo o la posibilidad de aprender más. Ahora se hace acompañamiento pedagógico con el departamento de Orientación”.
Según la psicóloga Cynthia Borja, algunos niños tienen dificultades para leer pero pueden ser inteligentes para otras cosas. Los test miden capacidad verbal o matemática en relación a los pares.
Pero también sugiere evaluarlos globalmente, no solamente en el rendimiento escolar.