Para susurrarle a Jorgito, Nathalia utiliza el ‘teléfono umbilical’. Un extremo del embudo reposa en su boca y el otro lado de la bocina apunta directo a su vientre redondo. “Hola bebé”, le dice con ternura. Nathalia de Matamoros aguarda ansiosa a su segundo hijo. Está por llegar al quinto mes de embarazo y quiere aprovechar al máximo la experiencia de ser madre.
Por eso, dos veces por semana, acude a Baby Place, un centro de estimulación prenatal, en el norte de Guayaquil.
Aquí no hay ruidos ni preocupaciones. La sala estalla con colores vibrantes. Y una contagiante música infantil alegra el ambiente. Durante siete años, la especialista Tatiana Orellana dirige este programa de estimulación prenatal. Se especializó en Perú, donde aprendió al menos cuatro técnicas.
Las auditivas, para conversar con el bebé y desarrollar sus sentidos con el uso de instrumentos musicales; las visuales con exposición a luz solar y el uso de linternas de colores; las táctiles, con el uso de pelotas pequeñas y masajes; y las afectivas, que van desde barrigas pintadas hasta fomentar el diálogo padre-madre-bebé. Todas apuntan a un solo blanco: el vientre materno.
“Los resultados son increíbles: cuando nacen los niños son más despiertos, sociables, se adaptan muy bien, duermen mejor y tienen un mejor desarrollo visual, auditivo, lingüístico y en el área motora”, explica Orellana mientras pasa unas pelotitas con pupos sobre la barriga de su paciente.
Los estímulos de música, luz y relajación hacen que las madres secreten endorfinas, conocidas también como hormonas del amor y la felicidad. Así logran una mejor conexión bio-sico-social con sus bebés, que son una gran esponja desde la gestación.
Para la psicóloga perinatal Alicia Oiberman, es necesario no solo ayudar al nacimiento físico, sino también aportar al ‘nacimiento psicológico’ de los bebés. La especialista argentina, autora el libro ‘Nacer y acompañar’, que fue presentado en enero en la Universidad Casa Grande de Guayaquil, asegura que la psiquis se empieza a formar en la relación del bebé con su mamá y su familia, incluso con las primeras interacciones desde el embarazo.
Por eso Natalia se esfuerza por trabajar desde el inicio de la vida de Jorgito. Conoce al detalle cada ejercicio para estimular a su pequeño.
El sonido de un violonchelo la relaja. Su tutora le pide que siga el ritmo mientras frota una cinta verde sobre su barriga. “El estudio ‘Proyecto Familia’, de la venezolana Beatriz Manrique, demuestra que los niños que pasaron por estimulación prenatal son más inteligentes -dice Orellana-; hasta 14 puntos de coeficiente intelectual por encima de otros niños”.
El ejercicio mariposa le relaja. Sentada en una colchoneta, Adriana Ramos respira profundamente y recoge sus piernas hasta que tomen la forma de alas. Entonces, su gran barriga sobresale aún más.
Adriana tiene 32 semanas de embarazo y será madre de gemelos. “Niño y niña, la parejita“, dice sonriente.
Todas las semanas acude a los talleres de sicoprofilaxis de la maternidad Enrique C. Sotomayor, de la Junta de Beneficencia. No está sola; su esposo, Andrés Mancero, no se pierde una charla. Él es su apoyo en casa para repetir los ejercicios y consentir a sus gemelos.
A más de ejercicios de respiración y preparación a las madres, la obstetra Matilde Echeverría se encarga de afianzar un segundo cordón umbical: el del afecto. Besos, frases de cariño, charlas largas… César Gómez está aprendiendo a compartir tiempo con su hijo, quien cumplió 27 semanas en el vientre de Laura Orozco, su esposa. En los talleres, el futuro padre está aprendiendo cómo ducharlo y darle masajes cuando nazca. Por ahora practica con un escurridizo muñeco de plástico.
[[OBJECT]]
Para Jennifer Bercha el parto es una expresión de amor. La misión de esta educadora perinatal es que las mujeres le pierdan miedo al parto. “Nos han metido en la cabeza que parir es algo horrible, doloroso y no es así. Más que preparar el cuerpo de la mujer hay que preparar la mente, porque el cuerpo está listo”.
Ella dirige cursos de preparación para el parto natural en la clínica Kennedy de Guayaquil. Por unos minutos, las madres que llegan a su clase se alejan del estrés y dejan a un lado el temor con ejercicios de respiración y relajación.
Con la ayuda de un video, el obstetra José Arbeláez explica a sus pacientes de la maternidad Sotomayor qué ocurre dentro de su cuerpo durante el parto. Los huesos de la pelvis dan paso el bebé y las contracciones uterinas ayudan a expulsarlo.
En sus talleres reciben capacitación teórica y práctica. Ellas saben que no deben gritar, como se ve en las películas. Y están capacitadas en posiciones y técnicas de respiración para ayudar a sus hijos a llegar a este mundo.
“Antes, la labor de parto tardaba de 12 a 18 horas. Ahora, por el conocimiento que logran en los talleres, no demora más de tres horas”.
Ejercicios [[OBJECT]] Durante los tres primeros meses de embarazo los ejercicios no son recomendables. En esta primera fase se presentan riesgos.
Estimulación [[OBJECT]] Desde la semana 20 puede comenzar una rutina de estimulación prenatal. Esta la semana coincide con el desarrollo total del oído del feto.
Luz [[OBJECT]] A las 32 semanas el bebé ya responde a cambios de luz. Disfruta de un poco de sol en las mañanas, con el vientre descubierto.
Parto
[[OBJECT]] Tras el parto es recomendable seguir con talleres de estimulación temprana el parto con los niños y mantenerlos hasta los 3 años de edad. El taller cuesta hasta USD 70 al mes.