Como poseen el mesón fusionado a la fuente, los Helena son fáciles de colocar sobre cualquier mueble. Foto: Cortesía FV
Los lavabos de tocador fueron muy comunes en épocas pasadas. Quien ha visto las películas de vaqueros conoce bien estos accesorios del baño, pues siempre se colocaban en hoteles y similares.
Como todos los accesorios para el baño, estos lavabos también han evolucionado para convertirse en alternativas válidas para equipar estos espacios modernos.
Franz Viegener (FV), por ejemplo, ha puesto en escena los lavabos de tocador Helena, en dos presentaciones: de 60 y 75 cm de longitud y en color blanco.
Estos accesorios utilitarios se fabricaron pensando en la comodidad y facilidad para los clientes. Se instalan de una manera muy sencilla, ya que no requieren de piezas especiales.
Como son lavabos-tocador incluyen un mesón de la misma porcelana, lo que permiten su colocación sobre cualquier tipo de mueble. Esta porcelana es de la mejor calidad y utiliza las arcillas más finas del mercado.
Los lavamanos Helena son de porcelana sanitaria vitrificada y combinan funcionalidad y comodidad.